Solos

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Me levanto temprano, apenas he dormido, toda la noche he pasado pensando en Hyunjin debo admitir que en un momento de la noche me toque pensando en él, penando en lo que había pasado, pero siento que necesito más, necesito más de él.

Hoy iría al gimnasio, no me apetece salir a la montaña y si hacer ejercicio mantiene mi mente lejos de Hyunjin, pues lo haría, salgo por el coche y me dirijo al gym,  la única ventaja de vivir por este rumbo es que el gimnasio no me queda muy lejos.

Después de una hora he terminado mi serie de ejercicio que tenía que hacer hoy, subo nuevamente a mi coche, necesito darme una ducha así que iría a mi casa, hago una parada rápida en la veterinaria para comprar la comida de Haru, Justo en el momento en el que aparco a fuera veo a Sana saliendo de su casa con una maleta.

—Hola Sana— le saludo en ese momento sale Hyunjin hago un ademán con la cabeza y tanto el como yo nos hemos puesto nerviosos.

—Hola Changbin— responde Sana ¿Cómo estás?

—Bien, gracias, he venido del gym— respondo— ¿Vas a algún lugar?

—Así es saldré de viaje—ese momento, por alguna extraña razón, Hyunjin y yo nos miramos al mismo tiempo— Cuida a Hyunjin por mí.

—Creí... que irían juntos—respondo.

—No, la verdad debo salir por trabajo —dice Sana y un taxi aparca cerca— Bueno, ya me tengo que ir, nos vemos en dos semanas cariño—Sana se acerca y le da un beso a Hyunjin, siento que eso me fastidia ligeramente.

—Que te vaya bien Sana—me despido y entro a mi casa.

Que lo cuide me ha dicho antes de irse, él debe cuidarse de mí por qué me muero por hacerlo mío, me doy una ducha rápida y bajo hasta la cocina para prepararme algo de comer no soy muy bueno en esto, pero para lo poco que de hacer me sirve.

El timbre de mi casa suena, estoy pensando en desinstalar esa cosa, voy hasta la puerta y siento que los vellos de los brazos se me ponen en punta, ni siquiera me tomo la molestia de ver por la mirilla y abro la puerta.

—Hyunjin —digo antes de que él hable.

—¿Me dejas pasar? —pregunta, si mirada tiene algo de atrevimiento.

—Entra—me hago a un lado y cierro la puerta—¿Y... que... quieres? —digo mientras caminamos hasta mi salón, sí, sé que quiere, pero quiero escucharlo de su boca

—Ya lo sabrás —dice en tono serio, está muy extraño

—¿Quieres algo de beber? —no sé qué decir, él no dice nada y responde de manera cortante cada pregunta que hago.

—Sí­, voy contigo —Hyunjin viene conmigo hasta la cocina.

Me acerco hasta la alacena y abro la puerta donde tengo todos los vasos y copas ubicados. Me doy la vuelta, me apoyo al mesa y veo como Hyunjin me mira de arriba a abajo.

—Quieres... vino o... —intento preguntar.

—A la mierda!! —me interrumpe Hyunjin y se acerca hasta mí.

Sabía que esto iba a pasar, me acerco yo también hasta él y empezamos a besarnos, Hyunjin me besa como si su vida dependiera de ello, él camina conmigo mientras nos besamos y me apoya en el mesón.

—¿Qué has hecho conmigo? —pregunta con voz suave y me vuelve a besar.

Somos imposible, pero aquí estamos, siendo imposible juntos y dejando lo posible para otro día.

Hyunjin pega su pelvis a la mía y siento que se está excitando, me agrada que lo haga así­ de rápido, pero yo necesito un poco más que besos para tener una erección, aunque debo admitir que sentirlo así­ de duro ha hecho que sienta una punzada en la entrepierna.

Hyunjin baja sus manos y desabotona el botón de mi pantalón, besa mi cuello y de pronto se arrodilla.

—¿Qué estás haciendo? —verlo arrodillado frente a mí me pone mucho.

—Lo que llevo días deseando —dice mientras se prepara.

Hyunjin toma el borde de mi bóxer y lo baja, la primera vez que me toque pensando en él me imagine algo parecido a esto, ahora que está pasando no sé cómo reaccionar y hasta estoy un poco nervioso, agarra mi polla con sus manos y empieza a subir y bajar sus caricias haciendo que se me ponga dura cada vez.

—Necesito...—me mira como si me estuviera pidiendo permiso.

—Dilo Hyunjin —enredo mis dedos en su pelo—Quiero escucharte decir lo que quieres.

—Ah... no me obligues a decirlo —sus ojos tienen cierta perversión que piensa qué yo nunca veré— Quiero sentirte en mi boca.

Agarro con fuerza su pelo y lo acerco a mi miembro, Hyunjin empieza a abrir la boca y se mete mi polla.

—Puta madre!!—exclamo cuando me succiona por primera vez.

Empiezo a mover su cabeza con mi mano, Hyunjin pasa la lengua por la punta y eso me vuelve loco.

—Ah... joder!—vuelvo a exclamar

Hyunjin toma mis muslos y los mueve hacia él, indicándome que quiere que le folle la boca. Hago caso a su petición y empiezo a mover mi cadera, solo siento como agarra el resto de mi polla y sigue masturbando, en cada embestida el chupa más fuerte.

—¡Joder Hyunjin! ¡Tú qué has hecho conmigo!!—digo apretando la mandíbula

Hago la cabeza hacia atrás, no puedo creer que esto está pasando, quien iba a decir que a veces los sueños eróticos se vuelven realidad, veo a Hyunjin y nuestras miradas se cruzan, es como si le gustara ver cómo me pone cada vez que succiona.

Mis embestidas aumentan de velocidad y sé que estoy a punto de correrme, pero no quiero correrme en su boca porque estoy seguro de que esta es la primera vez de ambos intimando con un hombre.

—Pa... para Hyunjin —intento alejarlo— O me correré en tu boca.

—Hazlo!—dice mientras se saca un rato mi polla de su boca.

—No— Hyunjin no me suelta

Jalo el pelo de Hyunjin y empiezo a mover con más brutalidad mi pelvis, Hyunjin respira profundamente, espero que no vomite porque será incómodo para ambos, un escalofrío recorre desde mi espalda hasta mi polla y empiezo a correrme.

—Ah... joder!! Ah...—logro decir mientras me corto en su boca.

Suelto su pelo y él se retira, apoyo los codos al mesón e intento no caerme. Acomodo mi polla dentro del bóxer, joder que bien me he sentido. 

— ¿Lo he hecho bien? —pregunta— Esta... Esta es... la primera vez que... se la chupo a un hombre.

—¿Acaso no has visto como me has puesto? —sabía que era su primera vez— La mía también lo fue y lo has hecho más que bien.

Le doy la mano y le ayudo a ponerse de pie.

—No creía que lo harías —tomo su cintura y lo acerco a mí.

—Ya, ni yo pensaba en hacer esto alguna vez—aún noto en sus ojos algo de perversión.

Tomo su cabeza y empiezo a besarlo, sabe un poco salado, pero no me importa. Doy una vuelta con él y esta vez yo le apoyo al mesón.

—Me toca— digo y Hyunjin abre mucho los ojos

—No es necesario que...—pongo mi dedo en sus labios.

—Shhh!, no me digas lo que tengo que hacer —le digo en tono suave.

Desabrocho el botón de su pantalón y me arrodillo frente a él, ni él ni yo nos creemos lo que estamos haciendo, solo sabemos que lo necesitamos y que estamos completamente perdidos.

Fruto Prohibido [Changjin]Where stories live. Discover now