Fruto Prohibido [Changjin]

El mejor día

Estiro el brazo e intento buscar a Hyunjin, pero no lo encuentro quizá se fue en la madrugada, extrañaba despertar junto a él, me duele un poco la espalda baja, me gustó ese cambio de rol con Hyunjin, pero solo será una vez y no más. Una notificación llega a mi móvil, lo tomo y veo en la pantalla un mensaje de Hyunjin.

"Lamento haberme ido así, gracias por la noche"

"Espero que lo repitamos, solo que esta vez tú vas ser follado" -respondo

"No me quejo, prefiero eso ¿Has amanecido con dolor?" -responde inmediatamente

"Solo un poco, pero estoy bien"-respondo

"Prometí que no me iba a pasar y lo he cumplido, aunque me ha costado contenerme muchísimo" -responde, ese mensaje me hace sonreír

"Vale, cariño"-respondo

"¿Saldrás a correr hoy?"-pregunta cambiando de tema

"No lo sé, estoy un poco adolorido. Pero si quieres venir pues a lo mejor el dolor me pase"-no se si pueda correr ahora mismo, pero hago lo que sea con tal de estar con él.

"Te veo en 10 minutos afuera-responde

Pues el dolor tendrá que desaparecer de algún modo, voy a mi armario y tomo una camiseta blanca un poco pegada y pantalón deportivo negro, otra cosa no, pero me encanta ver la cara de Hyunjin cuando uso ropa un poco ceñida a cuerpo.

Salgo de casa y Hyunjin me espera afuera, siempre diré que verlo con ropa deportiva hace que se vea un poco más flaquito de lo que ya es.

—¡Porque siempre te ves sexy! —se acerca y me da un beso.

—Oye!! —me sorprende que le bese estando fuera de su casa—Nos puede ver Sana.

—No está aquí —responde y me da otro beso—Hoy tiene sesión de fotos así que pasará fuera casi todo el día.

—Vale, entonces aprovechemos eso amor—esta vez le correspondo el beso.

Ambos subimos a mi coche y empiezo a conducir en dirección a la montaña que siempre voy, quiero mostrarle el hermoso lugar que encontré la última vez que fui solo.

—¿Algún día me dejarás conducir tu coche?—pregunta y me mira atentamente.

—¿Sabes conducir? Ni siquiera sabía que tú tenías coche—respondo, esa si es una novedad.

—Si lo tengo, pero lo usa más Sana, ella tiene más experiencia que yo conduciendo—responde.

—Y quieres conducir mi choche teniendo más o menos experiencia, estás loco—digo sonriendo— Y mi respuesta es un no rotundo.

—Vamos, el hecho de que no tenga tanta experiencia no quiere decir que no pueda—responde sonriendo también— Además si tengo carnet de conducir si es lo que te preocupa.

—Lo pensaré, pero no te prometo nada—nunca voy a dejarle conducir mi coche.

—Por cierto, tú sí que eres un conductor experimentado —dice mientras me acaricia la pierna.

—Lo soy, ¿pero por qué lo dices? —me intriga ese comentario y he hecho de que me esté acariciando.

—¿Que ya lo olvidaste? —esta vez sube su caricia un poco más, casi hasta llegar a mi entrepierna—¿Olvidaste la vez que conducías y yo te estaba...?

—Vale, vale me acuerdo —lo interrumpo— Bueno es algo que tú no podrías hacer, controlarte.

—Ya lo veremos— responde con un tono seductor.