Segunda parte de: Friends Until Death (Book 1) [Laughing Jack]
Mɪ́ᴀ ʜᴀsᴛᴀ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ.
No tienes lugar para esconderte...
Me siento como un villano, tengo hambre por dentro...
Una mirada a mis ojos y tú corres porque estoy yendo a comerte viva...
...
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Scarlett Jhonson
Jack nunca cambia.
Sigue siendo el mismo monstruo de siempre, incluso uno peor.
Es tan fuerte lo que estoy viendo; Los cráneos carnosos y desfigurados de doña Mary y su hija Ailyn sobre la mesa, las paredes con sangre y escrituras, miré al techo lo que podrían ser bonitas cintas de colores y serpentinas, pero son vísceras colgantes.
«¿Por qué no me he acostumbrado a presenciar estos horribles escenarios?»
Y lo peor es tener a Jack frente a mí, mirándome de pies a cabeza con esos ojos morbosos que hacen que todo en mí se estremezca y se paralice.
Éste payaso me hace sentir el peor de los miedos.
Quisiera llorar, gritar y huír de él, pero su oscuro mirar me obliga a quedarme quieta. Es como si me manipulara.
—Scarlett, ¿Me extrañaste?—Susurró con voz ronca y melancólica.
Lo extraño.
Lo necesito.
Lo quiero, y no de la forma platónica, romántica o tonta que te hace ver las cosas de color de rosa y sentir mariposas en el estómago. Sino de aquélla que es dolorosa y paralizante, que te cala hasta los huesos y te quema el alma.
Es aterrador.
Pero ahora tengo muchísimo miedo, miedo por mi hija, no quiero que le haga daño.
Cuando recién nos separamos yo extrañaba y necesitaba a Jack, pero ahora lo quiero lejos de mí por Laila.
“—Jack es demasiado peligroso para esa criatura, la estás exponiendo al peligro. Imagínate, ¿Qué clase de vida crees que tendrá al lado de Jack?—”
“—Jack odia a los niños. ¿Tú crees que Jack ama a esa criatura?—”
“—El objetivo de Jack es que te encariñes lo suficiente con ese bebé para después él mismo asesinarlo frente a tus ojos. O algo peor; Obligarte a tí a matar a tu propio bebé—”
Recuerdo las frías palabras de Kali y de Jason. Y eso me hace tenerle más miedo y desconfianza a Jack.
—Scarlett... Mi dulce caramelo...—Susurra con una voz aterradora que parece sacada del mismísimo infierno.
Tengo muchísimo miedo. ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? Piensa, Scarlett, piensa. Quisiera salir corriendo, pero sigo congelada, no soy capaz de mover ni un sólo músculo. No te muevas, Scarlett, tranquila, no le demuestres miedo o se aprovechará de eso.
