Segunda parte de: Friends Until Death (Book 1) [Laughing Jack]
Mɪ́ᴀ ʜᴀsᴛᴀ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ.
No tienes lugar para esconderte...
Me siento como un villano, tengo hambre por dentro...
Una mirada a mis ojos y tú corres porque estoy yendo a comerte viva...
...
Perdón, tuve demasiadas para un sólo capítulo y quedó un poco largo 😖
Léanlo con calmay disfruten de su lectura ♡
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Scarlett Jhonson
Simplemente, disparé sin fijarme a quién apuntaba el arma. El miedo y la desesperación me hizo jalar el gatillo sin fijarme.
—Vaya, vaya, vaya... Eres peligrosa, eso me encanta, pastelito.—Dice Jack entre risas.
Me dí cuenta que a quién disparé fue a Jack, lo herí en su brazo, pero sólo fue un simple roce.
La cercanía de Jack me llenó tanto de miedo, sin dudarlo le apunté con el arma directamente a su pecho y jalé el gatillo.
Sentí la fuerte vibración del arma de fuego en mis manos. Estoy segura que si no hubiera mantenido la suficiente fuerza para dispararla me hubiese golpeado la cara con la pistola. Pero el pánico y la desesperación me hicieron tener la suficiente fuerza para disparar el arma.
—¡Aléjate de mí! ¡Te quiero lejos de mí y de mi bebé!—Grité sosteniendo con firmeza el arma en mis manos.
El fuerte impacto de la bala al penetrar su pecho lo hizo retroceder. De su herida comenzó a brotar un asqueroso líquido negruzco parecido a la sangre, pero creo que no era sangre, eso se veía espeso y asqueroso.
Jack tocó su pecho para tratar de detener el sangrado, rápidamente sus manos se tiñeron de ese color negruzco.
«Quiero ver más de esa sangre negruzca. Te voy a matar, maldito».
Jack comenzó a respirar de manera acelerada y pesada, y no creo que sea por el dolor, más bien parece del enojo, respira como un toro furioso. Me mira con una ira temible en sus ojos, su mirada no anuncia nada bueno.
Sollocé asustada sin dejar de mirar sus ojos demoníacos.
—Sólo quiero que rías, que rías para siempre... Hasta que te quedes sin aire para poder respirar...—Habló con una voz totalmente deformada.
Retrocedí cuando él se acercó tenebrosamente a mí.
—¿Qué esperas? Dispárame otra vez. ¿Qué te detiene?—Se sigue acercando sin dejar de tener contacto visual conmigo. Yo retrocedí sin dejar de apuntarle con el arma.—Acaba con ésto de una vez y jala el gatillo.—Él camina hacia mí sin tambalearse, es como si las balas no lo hubieran herido. Sigue intacto y en pie.
