𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇┃(Book 2) Laughing Jack

🥀𝔈𝔭𝔦́𝔩𝔬𝔤𝔬🥀

Laughing Jack

—¡MAMÁ!—Laila suelta llantos desgarradores mientras yo te tengo en mis brazos sin saber qué hacer.

Estaba dispuesto a arreglar las cosas contigo, ya ansiaba llegar a casa porque estaba dispuesto a dejarte ir. Quería ver esa hermosa sonrisa cuando te dijera que podías ser libre, pero decidiste dejarme de esta manera, ya no me diste tiempo de nada.

—A-Aún rec-cuerdo tu sonr-risa c-cuando m-me dest-trozaste...—Me sobresalté al escucharte cantar con mucho esfuerzo, casi en susurro.

Toqué tu cuello y aún sentí un poco de pulso, pero ésta vez no creo poder salvarte. Has perdido mucha sangre, ésta vez no llegué a tiempo a salvarte.

—Maldita sea, Scarlett...—Te abracé y te besé sin importarme que puedas molestarte conmigo.

Acaricié tu suave cabello lleno de sangre, tu cabello que tanto me gustaba tocar cuando dormíamos juntos. Era tan suave y manejable, ahora se siente áspero y opaco.

—Mi Scarlett, ¿Por qué no esperaste un poco más? Ya íba a dejarte libre.—Besé tus labios y éstos se separaron un poco porque salió un fino hilo de sangre de tu boca que resbaló por tu mejilla, hasta tu cuello.

Dejé de besarte y te abracé contra mi pecho con delicadeza y me mecía contigo en mis brazos. Sin pensarlo empecé a tararear “Pop, Goes The Weasel”, mirando a la nada.

Me siento tan patético por no estar haciendo algo para salvarte, pero si lo hago, de todas formas terminarás muriendo porque no llegué a tiempo como aquélla última vez.

«Por primera vez, me siento muy mal y culpable. Lo que más amo se está yendo frente a mis ojos, la perdí más de lo que ya la tenía.
No quiero que te vayas de ésta forma».

—¿¡POR QUÉ, SCARLETT!?—Grité mientras me mecía constantemente contigo en mis brazos y con ganas de destruirlo todo.—¿Por qué me abandonaste? ¿Por qué me dejaste de ésta forma? Laila aún te necesita, yo aún te necesito, amor.—Susurré lo último con odio y estrujándote contra mi pecho.

«Quisiera odiarte por haberme abandonado, pero te amo tanto y no puedo odiarte».

Continuaste cantando y susurrando cosas que no logro entender. Estás muriendo demasiado lento, estás desvariando y sufriendo.

Laila no para de llorar y eso me hace desesperarme aún más.

Te dejé con cuidado en el suelo y me puse de pie comenzando a dar vueltas por toda la habitación pensando qué hacer y cómo manejar ésta situación. Te miré y me acerqué preocupado a tí, tomé el mango del cuchillo intentando extraerlo con cuidado de tu interior para tratar de evitarte menos sufrimiento. Pero al momento de intentar extraer el cuchillo de tu vientre, mis garras se enterraron accidentalmente en tu vientre, tu cuerpo se retorció de forma abrupta, y después...