ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 շգ

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Scarlett Jhonson

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Scarlett Jhonson

—“Ángel brillante que yo creí... Tú fuíste mi salvador en mi tiempo de necesidad... Cegada por la fé no pude oír... Todos los susurros, las advertencias tan claras... Veo a los ángeles, los llevaré a tu puerta... No hay escape ahora, no más misericordia... No hay remordimiento porque todavía recuerdo... Tu sonrisa cuando me destrozaste”.—Canto muy bajito sentada en el piso de la cocina mientras miro un punto fijo en la pared.

Desde el día que eché a Irving de mi casa, no ha vuelto a buscarme. Él ya no volvió.

Y Jack no me ha dejado salir para nada de mi casa. En pocas palabras, estoy secuestrada en mi propia casa. Jack me trae comida para la bebé y para mí, también me trae cosas para la casa con el objetivo de que no salga para nada a la calle.

Jack me cortó la línea del teléfono y me tiene incomunicada. Hasta me quitó mi celular y lo destrozó frente a mis narices para que no tenga ningún tipo de comunicación con nadie.

Tampoco he ído a trabajar, lo más probable es que ya esté despedida por culpa de Jack.

Laila se pone muy felíz cuando Jack está aquí con nosotras, no parece incomodarle su presencia y su apariencia. Mientras que yo quisiera salir corriendo a la calle a pedir ayuda, pero tengo miedo, Jack me tiene amenazada con quitarme a Laila si me atrevo a desobedecerlo.

Y me advirtió que me va a tener incomunicada y encerrada hasta que acepte regresar con él.

«Me volveré loca si permanezco más tiempo aquí encerrada e incomunicada».

Me siento atrapada, asfixiada, desesperada, aterrada y angustiada.

No quiero volver con él, no quiero volver a lo mismo.

Quisiera tirarme de un edificio como aquélla noche cuando estaba embarazada. Pero eso sería inútil, ni la muerte me puede separar de Jack, no tengo escapatoria. Además, ya tengo una hija y debo pensar primero en ella, si me pasa algo a mí, ella caerá para siempre en las garras de Laughing Jack y la hará sufrir tanto como he sufrido yo al lado de ese desalmado monstruo.

—Te amé una vez, pero... No puedo volver a sentir algo por tí. No puedo quererte, Jack.—Susurré con esfuerzo para mí misma, sintiéndome ya al borde del colapso de querer morirme.

Mis ojos empiezan a picar por las lágrimas mientras sollozo en silencio, sintiéndome ya cansada y desesperada de ser tan patética y débil.

Las garras de Laughing Jack siempre terminan por dominarme y manipularme a su antojo.

Me deslicé lentamente en la pared de la cocina hasta quedar sentada en el frío piso, sintiéndome derrotada. Cerré poco a poco mis ojos y las lágrimas guardadas en mis ojos resbalaron por mi rostro.

𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇┃(Book 2) Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora