Trabajando en equipo con el Sistema 225

Espíritu Príncipe (7)

No pasó mucho en su viaje a la capital, Juline, así que llegaron allí sin problemas. Juline estaba en la parte norte del país, donde el clima era agradable todo el año.

Los Caballeros de Frayx escoltaron a los prisioneros hasta el castillo y dirigieron a los hombres de Jasper y Liam a su alojamiento temporal. Todos los miembros de la realeza extranjera y sus hombres recibieron una bonita finca junto al castillo. Los supervivientes, Madam Rottrett, y su hijo, también recibieron un alojamiento temporal en otro lugar.

La finca estaba cerca del castillo, lo suficientemente cerca como para ir andando, aunque la mayoría de la nobleza y la realeza no se atreverían. Liam y Fel compartieron una habitación, después de mucho debatir, y se instalaron en su habitación sin problemas.

La habitación era la típica habitación de un noble con decoraciones llamativas y oro. La cama era bastante grande y en ella cabían al menos cinco personas. No había mucho en la habitación, ya que se trataba de una habitación de invitados.

Fel, que se había cambiado de ropa, saltó a la cama y se desperezó como una estrella de mar.

"¡Esta cama es muy cómoda! Hacía mucho tiempo que no estaba en una cama tan agradable". Dijo Fel satisfecho mientras cerraba los ojos y sentía cómo su cuerpo se hundía en el colchón.

Liam se sentó en la cama junto a Fel. "Si vienes a visitar a Floecia, puedo enseñarte la cama de mi habitación, es mucho más bonita que esta".

"Eso suena bien". Tenía mucho tiempo en este mundo como espíritu, así que no le importaba. Era agradable pensar en cuánto tiempo podría relajarse aquí hasta que se cansara y quisiera marcharse.

Liam se quedó mirando a Fel durante un rato, aunque Fel no sabía qué estaba mirando. Se limitó a dejar al hombre tranquilo durante un rato.

"Fel, ¿por qué utilizas continuamente la magia incluso cuando descansas?". Liam por fin expuso su preocupación que había mantenido durante todo el mes.

Fel abrió los ojos y miró a Liam, que le miraba fijamente. Su rostro estaba lleno de preocupación. Se sintió mal por hacer que el hombre se preocupara, pero no era nada para él.

"Pensar que podías ver la magia que rodea mi cuerpo, ¿no eres un poderoso? Es un hechizo de ilusión que se utiliza para ocultar mi verdadera forma. Es normal que los espíritus oculten sus verdaderas formas y solo las desaten cuando están en batalla. Soy el segundo del Rey y la Reina de los Espíritus, ¿sabes?"

Fel hizo que pareciera que estaba bromeando, pero hablaba muy en serio. Su padre era el Rey Zorro Elemental Espiritual y su madre la Reina Dragón Espiritual. Eran los espíritus de mayor rango. También tenía un hermano mayor que ocuparía el lugar de su padre. No era una mentira que él era un espíritu de rango justo por debajo del Rey Espíritu. Era un príncipe sin más títulos, pero era el más mimado por sus padres y su hermano.

Se sentó y esbozó una sonrisa juguetona. "¿Te gustaría ver? Pero estoy seguro de que te sorprenderá ver mi verdadera forma". Si alguien más veía su verdadera forma, tendría que morir, que era lo que le habían enseñado sus padres y su hermano. Estaba bien si era Liam, ya que el hombre le caía muy bien.

"¡Me encantaría verlo!"

"Muy bien, déjame bajar de la cama". Fel se bajó de la cama y se situó a unos metros de ella, asegurándose de que tenía mucho espacio.

A su orden, su cuerpo se iluminó. No fue un proceso largo, pero Liam sintió que el tiempo empezaba a ralentizarse mientras veía cómo la cola se convertía en nueve colas.

Una a una, salieron colas de diferentes colores, rojo (fuego), azul (agua), verde (viento), amarillo (tierra), marrón (madera), morado (espacio-tiempo), negro (oscuridad), blanco (luz) y gris (neutro). Al final, su cola blanca original se mantenía erguida en el centro. Sus colas eran tan largas como él, pero de alguna manera nunca tocaban el suelo, como si flotaran. Su pelo blanco creció 30 centímetros, sus ojos dorados se hicieron más profundos, una lágrima roja se posó entre sus cejas. Sus ojos de zorro se estrecharon, insinuando todavía su carácter juguetón.