Soy A-Yuan y el A-Yi

Capitulo 20: JingYi no sabe que hacer y A-Yuan no esta.

Un hombre admiro todo a su alrededor mientras sus tunicas se levantaban sutilmente por el aire, según lo que escucho ese lugar era llamado los tomulos funerarios, donde se aventaban cuerpos vivos o muertos.

—Malditos humanos asquerosos.—siseeo con despresio. Su ceño se fruncio tan rapido cuando escucho gemidos dolorosos a unos metros de el.

El respiro profundamente manteniendo la calma y camino hacia al lugar.

Por otra parte, JingYi sintio dolor por todo su cuerpo, su nucleo parecia intacto pero no podia evitar pensar en que se destruiria por tener tanta energia demoniaca en su cuerpo pequeño. Trato de arrastrase y poder aunque sea sentarse pero todo era en vano.

Unos pasos atras de el se detenienen con sorpresa.—Vaya...

Una voz masculina lo hace temblar, JingYi se vuelve lentamente a la persona atras de el. Dicho hombre tiene su tez bastante claro, sumado a su largo y ondulado cabello, de color negro, que llegaba hasta por debajo de su espalda, vistiendo tunicas ordenadas y limpias negras-rojas.

Parecia en sus veinticinco años, parecia alguien insensible sin corazón poseía una mirada afilada teniendo unos fríos ojos de tonalidad rojiza. Este hombre parecia estar divertido.

JingYi se arrastro más, aterrorizado por la expresión de aquel hombre alto.

—¿Tienes miedo niño?.—Dijo con burla en su voz.—Poco me importa si estas vivo, solo me llamaste la atención.

JingYi intenta controlar su miedo y trata de no llorar por ese dolor en su pecho.

—Noto que eres un mortal normal, pero la energia oscura dentro de ti es estupidamente horrible. ¿Cometiste pecados para que te dejaran caer?.—Su aura oscura envolvio a JingYi quien no respondio.

—Me llamo Luo Binghe y ando en busca de mi espada.—Dijo de repente con una pequeña sonrisa que no parecia ser amable.—Hace varios meses perdi mi espada por las dimensiones en las que paso, me di cuenta que alguien la uso sin permiso y tu eres uno de ellos.

JingYi trato de mantener la calma, pero dolia, su qi lo mareaba como si fuera un lago embravecido.—¿U-una espada?.—Su voz estaba demasiado ronca.

El hombre llamado Luo Binghe asiente.

—E-en mi dimensión aparecio una, el que lo uso destruyo todo.—Dijo JingYi con inseguridad, los ojos rojos de aquel hombre parecian estudiarlo para determinar si estaba diciendo la verdad.—Termine en esta dimensión por eso.

—¿Tu sabes donde esta?.—Preguntó nuevamente con insistensia.

JingYi trago saliva, sabia que no debia hacer un movimiento mal por que ese hombre lo mataria.—P-posiblemente este aun en mi dimensión.

Luo Binghe parecia irritado con esa respuesta, sin embargo, asintio.—Pero, ¿Así me ayudaras?

—¿Quien dijo que te ayudaria?.—Replico JingYi. Su desliz fue fugas y Luo Binghe parecia estar a punto de matarlo.

—¿Te atrevez a desobedecer mis ordenes?.

JingYi cerro sus ojos por inercia cuando vio que la mano de aquel hombre venia directo a el, sin embargo, el golpe nunca llego. Admiro como un otro hombre estaba junto del tal Luo Binghe, pegandole con un abanico de madera.

—¿Qué le haces al niño? ¡El esta lastimado! ¡¿Por qué no le ofreciste ayuda primero, Binghe?!.

JingYi sintio como unas manos suaves lo tocaban al mismo tiempo que le trapasaban energia espiritual, desenredando los nudos en sus venas.

—¡¡Shizuuuuun!! ¡Solo queria verme intimidante!.—El estridente grito del hombre que hace unos minutos habia amenazado a JingYi ahora parecia un pequeño cachorro en busca del perdón de su dueño.