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EL ESTACIONAMIENTO del hospital estaba vuelto un completo caos cuando Abby llegó en compañía de Isaac un rato pasadas las seis de la tarde para ver a Stiles. Kira estaba allí, parada a un costado del camino y le gritaba a todo el mundo que retrocediera por algún motivo. Abby bajó del auto junto a Isaac, mirando lo que sucedía sin entender lo que estaba pasando.
Vio a un paramédico bajar de la ambulancia que ingresó al estacionamiento delante de ellos y después lo vio caer muerto al suelo. Antes de que pudiera darse cuenta de qué sucedía exactamente, escuchó un grito.
— ¡Abby!
Isaac la empujó a un lado bruscamente, electrocutándose casi de inmediato cuando el agua lo alcanzó. Abby se enderezó como pudo, sintiendo su corazón dejar del latir. Su nombre escapó de sus labios en un grito aterrado, viéndolo caer al suelo duramente y sin moverse.
La siguiente víctima fue una mujer joven y pelirroja que se electrocutó en cuanto puso un pie fuera de su auto, cayendo muerta al suelo. Hubo uno o dos accidentes de autos a los que no les prestó real atención, viendo a Kira saltar encima de un vehículo y dar una vuelta en el aire antes de caer sana y salva en el agua, tomando el cable suelto que ocasionó todo el desastre y cubriéndolo con la palma de su mano, llevándose con ella toda la electricidad mientras sus ojos brillaban en un anaranjado eléctrico.
No esperó para levantarse del suelo y acerarse a Isaac, arrodillándose a su lado. Sintió su ropa mojarse cuando se tumbó de rodillas junto a él pero no le importó, llevando sus manos hasta él para revisar sus signos vitales y alzó la mirada con los ojos llenos de lágrimas un segundo después.
— ¡No respira! —sollozó, alzando la mirada para encontrarse con la figura familiar de alguien—. ¡Derek, no está respirando!
Derek abandonó su lugar junto a Scott cuando la oyó, acercándose al que alguna vez se trató de su beta. Tal como Abby dijo, Isaac no respiraba y a penas tenía pulso. La oyó comenzar a llorar, respirando agitadamente, sosteniéndolo como si le rogara que no la dejara.
🌙
Abby saltó en su lugar cuando sintió una mano tocando su hombro derecho, abriendo los ojos para encontrarse con las familiares figuras de la familia McCall. Sentado junto a ella en las incómodas sillas frente a cuidados intensivos, Jackson se irguió y los miró con los ojos desenfocados.
— ¿Han estado aquí toda la noche? —les preguntó Andrea.
Abby asintió.
—Sí, no me dejan verlo porque no soy familia. Les dije que no tiene familia, pero no... —se interrumpió a sí misma cuando la voz se le rompió, bajando la mirada. Andrea no dijo nada, sintiéndose mal de verla así.
Jackson suspiró cuando la oyó comenzar a llorar de nuevo, viéndola llevarse las manos al rostro para limpiarse las lágrimas. Lloró durante toda la noche y aún no era capaz de detenerse, sintiéndose culpable porque Isaac fue al hospital la noche anterior por ella y la había salvado. Jackson no se sentía mucho mejor que ella, sabiendo que debió ser él quien la acompañara anoche al hospital en vez de Isaac, pero a la vez, agradecía no ser quien estaba sobre la camilla porque no quería ni imaginar qué tan mal estaría Abby en ese caso.
