Desde la Primera vez (ALBALIA)

Primer ensayo

Natalia

-Bueno mi amor, me quedaría todo el día aquí contigo, pero tengo que terminar unas cosas si quieres que me pase a ver tu ensayo, que no sé si eres consciente pero queda nada para tu primer presentación - cogí a Alba por el rostro y levante su mentón para que nuestros ojos se encontraran, estaba tan emocionada y tan orgullosa de esta persona que quería que viera todo lo que hacía nacer en mi.

- Joder Nat, no me lo recuerdes que me atacan los nervios y no hay quien me pare- soltó una risita nerviosa y dejo un suave beso sobre mis labios- la verdad que se está bien a gustito aquí, me quedaría así, tu piel contra la mía y mi cabeza en tu pecho de por vida- me abrazo fuertemente y soltó un sonoro suspiro.

- Y aquí voy a estar mi amor, todo el tiempo que tú me dejes, que si es por mi toda una vida a tu lado como para empezar me es poco- bese su cabeza y apreté más nuestro abrazo, es que nunca era lo suficientemente cerca lo que la tenía, ni el tiempo que pasaba con ella, quería un poco más de todo cada vez.

- Esta vida y todas las que vengan son el tiempo que te quiero a mi lado, te amo Nat- se separó de mi agarre y nos fundimos en un sentido beso.

- Te amo muchísimo más Albi- susurré sobre sus labios, mientras estos se rozaban.

Después de un rato más de besos y mimos, cogimos toda la ropa que había quedado perdida por la oficina y nos dispusimos a salir de ella, había cosas que hacer, muchas, teníamos el tiempo encima. Al salir me llamo la atención encontrar sola a Marta, ya que cuando habíamos desaparecido hace un rato por la puerta la habíamos dejado en compañía de Maria y con el ambiente tenso. Encontrarla allí sola, con la mirada perdida mirando hacia la salida del edificio, encendió todas mis alarmas, queriendo creer que Maria no había sido tan gilipollas y habría terminado todo lo que estaban construyendo en ese momento.  Me giré a mirar a Alba y vi que miraba la escena con el mismo ceño fruncido que yo y que estábamos pensando exactamente lo mismo. Resoplamos las dos a la vez y nos dirigimos hacia donde estaba Marta.

-Martuki, ¿te encuentras bien?- pregunté apoyando mi mano en su sobre y dio un bote en el lugar, estaba tan empanada que no se había dado cuenta que habíamos llegado a su lado.

-Joder, que susto Nat- se quejó llevándose la mano al pecho.

- Lo siento, no pretendía asustarte, es que estás en tu mundo, mirando a la puerta fijamente con una mirada que das miedo tía- quise aligerar un poco el ambiente para que Marta se relajara.

- Si serás capulla- me soltó un golpe en el brazo acompañado por una suave risita que me hizo suspirar de alivio, al parecer del todo perdido no estaba el asunto.- No me había dado cuenta que habéis vuelto, perdí la cuenta de cuánto tiempo llevo mirando hacia la puerta esperando que Maria vuelva a entrar- confesó Marta y nos miró a ambas fijamente con cara de no entender que es lo que había pasado.

- ¿Maria se ha ido?- preguntó Alba extrañada por la actitud de su amiga, se suponía que de acá irían juntas al ensayo y al parecer pues,la había dejado sola.

- Si, y créeme que estoy tan extrañada como tú, cuando se fueron y nos dejaron solas, me miro con unos ojos, que jamás le había visto Alba, reflejaban dolor, tanto que me dolió a mi ver lo tristes que se veían, le hablé para sacarla de sus pensamientos, clavo sus hermosos ojos en mi, una lágrima recorrió su mejilla y cuando me estaba acercando para ver por qué estaba así se dio media vuelta y salió corriendo, salí detrás de ella e intenté frenarla pero cogió un taxi y desapareció, desde entonces la estoy llamando y mandando mensajes pero nada que me responde- nos puso al Tanto Marta de la reacción al parecer sin explicación de Maria y se podía ver lo afectada que la había dejado ver marchar a su chica de esa manera sin saber el por que se encontraba así, aunque yo sospechaba lo que podría llegar a ser.