Desde la Primera vez (ALBALIA)

Disco

Natalia

Hace días que me sentía viviendo en una nube, sentia tanta felicidad en el cuerpo, como nunca había sentido que no sabía cómo sobrellevarla, podrían estar contando la historia más trágica y triste del mundo que a mí solo me saldría reír y reír a carcajadas. Con Alba las cosas iban, de a poco pero iban, como nunca, como siempre debieron ser, también el inminente disco de mi chica y todo lo bueno que se que vendría con ello.

Me pareció increíble la idea de la Mari de la celebración, aunque Alba no estuviera convencida yo estaba cien por ciento segura que sería un éxito y que de acá en adelante todo lo que viniera de su carrera sería para ir en escala indudablemente, tenía un talento inigualable, era hermosa como ninguna y un carisma especial. Así que por mucho que Alba no estuviera segura, se festajaba o se festejaba.

Estaba bastante nerviosa, había quedado con Alba que la recogería en su casa para ir a lo de la rubia, y si bien es algo tonto, a mí me hacía mucha ilusión, pasar a recogerla como pareja, llegar como una, y hacer cosas tan simples como esas, la sensación de poder vivir esas cosas tan banales con Alba hoy en día, era algo que hace un tiempo atrás ni en mis mejores sueños podría haber imaginado, así que  algo simple, para mí se convertía en algo extraordinario, ella lo hacía así, todo lo que tocaba, por qué en su conjunto toda ella era increíblemente extraordinaria.

Termine de arreglarme, me decidí por un top negro, una falda de cuero roja con un tajo al costado  y mis botas negras, mi chupa de cuerpo, el cabello suelto, los labios granates. En cuanto termine de arreglarme, cogí mis cosas y salí hacia el piso de Alba, estaba tan nerviosa como si le fuera a pedir matrimonio, pero es que cada cosa con ella yo lo sentía así, inmenso, mis manos sudaban, y las mariposas que siempre despertó en mi interior se habían multiplicado en un valor incalculable y revoloteaban a la mayor velocidad posible, o llegaba bien o me desvanecía en el intento, pero la segunda opción era improbable, mis ganas de Alba siempre iban a más y sea como sea iba a llegar a su encuentro.

Alba

Me levanté con una mezcla de sensaciones recorriendo todo mi ser, felicidad, nervios,ansiedad, después de tanto trabajo a lo largo de estos años, de mis primeros pasos fallidos, al fin saldría mi primer disco, estaba emocionada y a la vez acojonada por no saber cómo lo iba a recibir el público, el primer single fue muchísimo mejor de lo que yo creía, pero un disco entero es otro nivel y me daba un poco de miedo no cumplir con las expectativas.

Por otro lado la Mari, como no podía ser de otra manera, organizo una reunión para que estemos todos juntos en el momento que salga del disco y después irnos por ahí, para festejar decía. Me parecía un poco apresurado hacerlo antes de tiempo y sin saber el resultado que íbamos a tener, pero me venía muy bien el estar todos juntos para relajarme un poco y salir de fiesta tampoco estaba mal, así que a pesar de que no estaba muy de acuerdo el celebrar algo de lo que no estabas segura que ibas a lograr, termine accediendo, por qué estar con todos mis amigos siempre sería algo bueno.

Y por otro lado, Natalia, me tenía el mundo revolucionado, los días se sentían mil veces mejores desde que aclaramos todo y empezamos esta especie de relación, una que no se sabe aún para donde se dirige, ni tampoco tiene título, pero que me hace más feliz que cualquier persona que haya conocido.
Por momentos trataba de que las cosas vayan lo mas despacio posible, no quería apresurar nada, por qué si no salía bien la hostia que me iba a dar no sería capaz de resistirla, que encima sería por partida doble, volver a perderla después de tenerla y seguir trabajando juntas, no sé si podría soportarlo la verdad, pero a la vez eran tan grande mis sentimientos hacia ella, tantos años acumulandolos, que ponerle un freno me estaba resultando hasta doloroso. Así que así estaba, aconojada hasta la médula pero con muchísimas ganas de dejarme llevar, por primera vez tenía claro que los miedos no iban a dominarme está vez, ¿había mucho que perder?, Si, pero había muchísimo más para ganar y eso lo tenía muy, muy claro.