🍹⁀➷𝔼𝕚𝕘𝕙𝕥𝕖𝕖𝕟🍹

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El nombrado tragó en seco, sus palabras le habían dolido, hasta parecía que le habían clavado alguna estaca en el corazón, Kaeya sonrió ante eso, lo mejor era mantener a todos los que lo rodeaban alejados de él, al menos por un tiempo. Este encuentro sexual fue algo para pasar el rato, algo para dejar de pensar por un instante en todo lo que ocurrió en esta larga y cansadora semana.

Pero lamentablemente, tenía que poner los pies sobre la tierra otra vez.
Debería pensar cosas más importantes, en lugar de estar aquí haciendo de la suyas con cualquiera, en este caso, con su sirviente.

Entre todo el caos que tenía Kaeya, un nombre apareció en medio de todo eso, calmando su mente, aquel nombre era el de Diluc.
El pelirrojo invadió completamente todos sus pensamientos, cualquier cosa que piense, por más mínima que sea, el nombre de “Diluc Ragnvindr siempre estaba ahí.

—Mi príncipe. —Y ahí estaba otra vez, aunque no le recriminara, esa típica frase suya ya le estaba colmando la paciencia al moreno—. Cualquier cosa que ocurra, usted sabe perfectamente que yo siempre lo apoyaré y lo protegeré con todo lo que tengo.

—Sí, Dain. —Dio un largo suspiro, el rubio agarró sus prendas correspondientes y se las extendió—. Siempre me repites lo mismo.

Al ver al rubio sosteniendo sus ropas, se las arrebató de forma brusca, para después cambiarse de forma lenta, intentando no dañarse en el transcurso, sus músculos no estaban en condiciones de hacer varios movimientos bruscos.

—Pero es la verdad.

Vete.

Kaeya no quiso seguir escuchándolo, con ayuda de sus talones, el moreno se dio vuelta, dándole la espalda desnuda a su leal sirviente.
Hasta aquí concluyó su charla, no quería seguir oyendo palabras vacías que seguramente, a la hora de la pelea, se vuelvan mentiras o promesas rotas. Quería ahorrarse los daños psicológicos.

—Estaré con los gemelos, si ocurre cualquier inconveniente puede comunicarse conmigo, o yo me comunicaré con usted. Con permiso.

Dicho eso, se retiró de allí, el pasillo era medianamente largo, pero al tener piernas largas, el rubio salió de ahí más rápido de lo que Kaeya se esperaba.
Al tener nuevamente todo su cuerpo protegido con sus ropas, volvió a suspirar, esta vez de forma más lenta y con más relajamiento en su ser.

Algunas veces, Dainsleif podía llegar a ser extremadamente insoportable.

No quiso pensar más en eso, no cuando la recreación de una nación entera estaba en juego, dejando todo de lado, se sentó en su trono, a duras penas y con un inmenso dolor de cadera.
Intentó cruzar las piernas para disimular, mala idea, el ardor en sus partes bajas aumentó.

—Dain, hijo de... —jadeó al sentir un cosquilleo en el abdomen. El rubio se tomó muy literal lo de querer "llenarlo" por completo.

Sorpresivamente, una alarma comenzó a sonar, una melodía con toques finos y suaves. Era la dulce melodía de un violín, y sus sonidos eran sumamente encantadores a oídos del moreno.
Claro está que, esa dulce melodía sólo la escuchó nuestro protagonista, acompañada de una leve vibración en su muñeca.

Una llamada.

Khaenri'ah era una nación reconocida principalmente por poseer los mejores artilugios electrónicos de todo teyvat.
Un artefacto reciente, fabricado por él mismo, ya que, sí, pasar tanto tiempo con los viajeros y, con el mismísimo Dainsleif, ocasionó que el moreno se obsesione de igual forma con fabricar cosas de vez en cuando con ayuda de esto tres.

A simple vista, parecía una pulsera común y corriente, con bolitas celestes y azules que la adornaban, algo normal.
¿No?

Bueno, la cosa es que, esta pequeña pulserita, también era un comunicador.
Acercó su muñeca a sus labios para susurrar de manera ronca, “yaya ika, gusha, upano.

♚Ꭼꮮ ꮮꭼꮐꭺꭰꮻ ꭰꭼ ꮜɴ Ꭺꮮᏼꭼꭱꮖꮯꮋ𓃠 [Genshin Impact]✿[Luckae] [✓]Where stories live. Discover now