¿Y nuestro final feliz?

Capítulo 15: Me marcho cuando las cosas están bien.

Holden.

Me pierdo con la vista al frente. La preocupación me está matando y ya no encuentro que hacer.

Parpadeo continuamente cuando Justin se queda en silencio, esperando una respuesta de mi parte.

—No.—intento a la suerte.

—¿No escuchaste nada de lo que te dije?

—Justin —suspiro—, sabes que justo ahora no tengo cabeza para otra cosa.

—Lo sé, y es por ello que debes distraerte. ¿Por qué crees que te estoy contando todo esto?—inquiere dejándose caer en el otro sofá.

—¿Porqué te gusta torturarme?—le provoco y me lanza un cojín.

Tiene razón, sí duelen.

—Es que fue muy extraño. Creí que quería pasar el rato, estaba buena y le dije que sí, aunque como ahorita tú y tu familia están aquí, no la iba a traer en esas condiciones. Pero ella se rio en mi cara, me dijo que no quería acostarse conmigo, o que al menos no por el momento.

—Wow. Tu vida es tan difícil.—ironizo.

—Entonces le pregunté en que podía ayudarla y me invitó a una cita... ¡Una cita! Ni siquiera estoy seguro de porque le dije que sí...

—Sí lo estás.—respondo distraídamente viendo como por quinta vez en esta hora si tengo algún mensaje.

Aún nada.

—De acuerdo, si lo estoy. Anne, así me dijo que se llama, está buena y francamente es bonita.

—Sigo sin entender que es lo que quieres que te diga.—suspiro, resignado a que no me llegara ningún mensaje o llamada en los próximos segundos.

¿Qué le lleva tanto tiempo?

—¿Qué se hace en una cita?

—Ni de joda te creo que nunca has tenido una cita.—respondo viéndolo con los ojos entrecerrados.

—Tuve un par cuando tenía catorce. Pero eran en la sala de mi casa jugando videojuegos, y mi madre a unos pasos, haciéndonos emparedados. Dudo mucho que eso sea lo que Anne tiene en la cabeza.

—Solo es para conocerse, Justin. No tienes que estar tan nervioso, tal parece que esa chica solo quiere saber como eres. ¿Cuándo es tu cita?

—El miércoles... ¿Qué debo usar? ¿Le debo comprar chocolates a su padre y flores a Anne y su madre o basta con que le lleve a ella?

—¿Por qué le darás flores?—inquiero revisando la hora.

Todavía nada.

—Pues porque tendremos una cita, dah. ¿Ahora si me estás escuchando?

—Por desgracia.

Me mira indignado y parece que va a agregar algo, pero Tayler abre la puerta de mi dormitorio y de inmediato me pongo de pie.

—Me voy ya, ¿Vas a venir conmigo, Holden?—pregunta rápidamente.

—Te sigo en mi camioneta.—respondo acercándome a la puerta.

—¡Me avisas cualquier cosa, cielito!—se despide Justin antes de que cierre la puerta.

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Ella no está bien.

Lo sé y me gustaría ayudarla, solo que no sé como.

Es hasta ahora que me pregunto, ella va al psicólogo, pero ¿Por qué?

Siento que me equivoque al dejarla sola ese día, es que estaba realmente molesto y en verdad debía irme.

Yo solo acepté ir a patinar por Phoebe, porque ella quería aprender.