53.

13.5K 1.6K 1K
                                    

Carter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Carter.

No caigo en lo necesario que era prepararme mentalmente para volver a ver a Aiden hasta que lo tengo delante.

No ayuda que se haya arreglado y lleve una camisa azul de verano y unas bermudas de color blanco roto, porque se me juntan dos pensamientos muy distintos: el primero es lo guapísimo que está así, con un aire a Eric de La Sirenita, y el segundo es un recordatorio de que no hay un solo centímetro de piel bajo esa ropa que no contemplara yo anoche.

Quizá sea normal el choque. Después de todo, cuando lo dejé esta mañana en la habitación no llevaba nada puesto, y que ahora esté sentado en los bancos luciendo igual que un príncipe azul es algo que se tarda unos segundos en digerir.

—Qué guapo te has puesto —le digo.

—Me he puesto así de guapo para ti.

Ocho palabras y el corazón ya me ha dado un vuelco.

—Seguro que esa frase te funciona con todos los tíos.

—Creía que había dejado claro que eres el primero, Carter, lo cual significa que eres el único.

¿Qué es eso que oigo? ¿Son campanas de boda?

—Aprovechando cada tecnicismo, ¿eh?

—No queda otra. —Sonríe—. ¿Nos vamos?

Alzo una ceja.

—¿Adónde?

—¿Te apetece que nos demos una vuelta?

—Claro, pero... —Miro mi ropa casi repugnado—. Debería cambiarme rápidamente. Doy asco.

Aiden le quita importancia al asunto con un gesto.

—Qué va, así vas bien.

Después de demasiadas horas en un trabajo rodeado de animales y productos de limpieza, quiero comentarle que no es una opinión mía, sino que objetivamente no voy bien. De hecho, debo de ser el opuesto a lo aceptable para algo así.

—Huelo a comida para peces.

—Me gustarás igual —me asegura.

—No es por ti, es por mí, quiero estar cómodo.

—En ese caso... ven, vamos a la habitación. Pero nada de acorralarme contra la pared ahora, ¿eh? Que tengo un plan muy divertido para esta noche y no quiero distracciones.

—¡Pero si fuiste tú quien me acorraló! —protesto.

—Porque acababas de irte corriendo. Si no te agarraba, te podrías haber escapado y te habrían encontrado en Idaho.

Suspiro.

—Seré rápido.

—Más te vale. He reservado en un sitio a las ocho.

Off-shore | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora