2. Kacchan

2.8K 242 57
                                    

No puedo evitar seguirlo con la mirada mientras lo veo salir del comedor.

Sonrío inconscientemente al recordar su nerviosismo.

Es tan tierno.

Ojala pudiera besar esas mejillas sonrojadas y esos hermosos labios.

Es una pena que no fuera a ocurrir nunca.

—¡Bakugou!

—¿Eh?— miro al dueño de la voz.

—¿Estas bien? Has estado distraído desde que Izuku se ha ido.

Me sonrojo al pensar en el motivo por el que estaba distraído.

—¡ESTOY PERFECTAMENTE!— grito, exaltándolos.

—Vale, vale, tranquilízate.

—¡NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER!—grito. Cojo una bandeja con la comida y me siento.

Gruño frustrado.

¿Por qué siempre era así?

¿Por qué no era capaz de no ponerme nervioso al verlo?

¿Por qué no podía ser cruel con él, como lo era con todo el mundo?

Simple.

Estaba enamorado de él.

De Izuku Midoriya.

Del idiota al que yo llamaba Deku.

Y aunque me fastidiara no podía evitarlo. Amaba a ese pequeño tan tierno, tímido y tan pesado a veces.

¿Lo malo? Que él no siente lo mismo.

Ojala pudiera deshacerme de estos sentimientos, pero llevaba años intentándolo en vano. Parecía que cada cosa que intentaba hacia que me enamorara más de él, en vez de lo contrario.

Cuando lo tenia cerca no podía evitar ponerme nervioso y que el corazón se me acelerara. En cambio cuando lo tenia lejos no podía evitar buscarlo con la mirada. Si pudiera podría quedarme mirándolo durante horas. Y cuando sonreía no podía evitar mirar esos labios que tantas ganas tenia de besar.

Suspiro.

Ojala se hiciera realidad.


∞∞∞


Después de terminar las clases me había venido a mi habitación. Me encontraba tumbado en la cama, pensando en él. Suspiro. Cierro los ojos y mi mente me traiciona.

Coloco las manos sobre su cintura, acercándolo a mi. Sus mejillas se vuelven rojas, cautivándome aun más. Meto una mano por debajo de su camiseta, acariciando su espalda.

Acerco mi cara a su cuello e inhalo su olor. Huele muy bien. Dejo un beso sobre su cuello, erizandole la piel. Alejo la cara de su cuello, acercándome a sus labios. Miro a esos hermosos ojos con intensidad. Bajo la mirada a esos tentativos labios. Traga saliva.

—Kacchan…—susurra sobre mis labios.

Dos centímetros. Solo dos centímetros y podre besar al fin esos labios que tantos años llevo deseando probar.

—Te amo, Deku.

—Te amo, Kacchan.

Acerco mi cara a la suya, terminando con esta tortura.

Tok tok tok.

Me despierto sobresaltado al escuchar la puerta sonar.

Maldigo internamente. He estado a punto de besarlo. Aunque fuera un sueño, me moría por hacerlo.

Iba a matar a quien se haya atrevido a fastidiarme el sueño.

Me levanto de la cama y me acerco a la puerta, abriéndola.

—¡QUIEN MIERDA…!

Me detengo de golpe al ver unos ojos verdes.

—Deku…

—H-Hola Kacchan.— aparta la mirada, sonrojado.

—¿Q-Que haces aquí?

No me esperaba verlo aquí, añadiendo el sueño que acababa de tener, me había puesto muy nervioso.

—V-Venia a a-avisarte de que jugaremos a verdad o reto. E-Era por si querías unirte.

¿Jugar verdad o reto? La verdad es que no era algo que me hiciera mucha ilusión. Pero pensándolo bien, podría ser una oportunidad para sacarle algo de información.

—Vale, me apunto.

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Where stories live. Discover now