24. Año nuevo

2.1K 133 76
                                    

Abro los ojos al sentir besos sobre mi mejilla. Sonrío como un bobo al saber quien era. Giro la cabeza, haciendo que nuestros labios se unan en un tierno y dulce beso.

Amaba estos despertares y más si eran con él.

Nos separamos segundos después, con la respiración acelerada.

—Buenos días, bebe.

—Buenos días, amor.— sonrío.

—¿Estas emocionado por lo de hoy?

—Si, mucho— sonrío—. Ya tenia ganas de volver y que todo volviera a la normalidad.

—Y yo— me abraza, escondiendo la cabeza en mi cuello—. Ya tenia ganas de tenerte solo para mi, sin que nadie nos interrumpa.

Sonrío. Acaricio su cabello con suavidad. Dejo un beso sobre su frente.

—Y yo a ti.— lo abrazo con fuerza.

Hoy volvíamos a la academia, lo que nos tenia emocionados, ya que allí no teníamos que ocultarnos de nadie y podíamos estar juntos todo el tiempo que quisiéramos. Lo único malo era que durante los clases estábamos separados y no podíamos tocarnos ni sentirnos. Pero valía la pena con tal de poder estar toda la tarde a solas con él.

No digo que aquí en casa con mi madre no pudiéramos, solo que era un poco incómodo estar siendo observados por mi madre mientras nos besábamos o nos poníamos cariñosos.

Además, esta noche era año nuevo, por lo que lo celebraríamos con nuestros compañeros.

—Kacchan, tenemos que levantarnos.

Afianza el agarre en mi cintura.

—No quiero— sonrío. Era tan tierno—. Te amo.

—Y yo a ti.

Levanta la cabeza y me besa dulcemente.

Habían pasado varios días desde lo que paso. Los dos primeros días Kacchan estuvo un poco triste y cabizbajo. Pero después con amor y mimos de mi parte se recupero y volvió a ser el mismo de siempre. No volvimos a ver a su familia y prometimos no volver a mencionar nada al respecto.

Después de esos dos días Kacchan cumplió lo que quería hacer y me enseño su diario. Ese día llore más de lo que había llorado en toda mi vida y mi amor por él creció aun más. No conocía ese lado escritor de él, pero ya lo amaba.

Después de estar unos minutos más en la cama nos levantamos, nos duchamos, nos vestimos y después de coger nuestras mochilas salimos de la habitación.

—Buenos dias, chicos— nos saluda mi madre al vernos llegar.

—Buenos días — saludamos, sentándonos en la mesa.

—¿Cómo habéis dormido?

—Muy bien— respondo.

—¿Estáis emocionados por volver a clase?

—Si— sonrío.

—Os voy a echar de menos— dice mientras nos observa desayunar.

—Y nosotros a ti, mama, ¿verdad Kacchan?

—Si.

Después de desayunar cogemos nuestras cosas, nos despedimos de mi madre y salimos de casa agarrados de la mano.

Al salir noto como Kacchan se queda mirando hacia la casa de al lado. Le doy un apretón en la mano, haciendo que me mire.

—¿Estas bien, Kacchan?

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora