34. Un paso adelante y tres atrás

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-Georgia-

Freddy, sentado en el banco junto a mí, no parecía ser consciente de mi conflicto interior. Sacó dos cucharas de su bolsillo y me ofreció una:

--Incluso he traído otra cuchara para ti, para que no tengas que tragarte mis gérmenes.

--¿Quieres decir, más de los que me tragué el otro día?

--Mira que eres rencorosa, ya me disculpé. ¿Vas a querer o no? --Alzó las cejas y meneó la cuchara ante mis ojos para llamar mi atención--. Vamos, sé que quieres.

--No es verdad. --Pero yo era demasiado orgullosa para admitir que, en el fondo, sí me apetecía. Al levantarme de la mesa tan alterada, había dejado el almuerzo a medias y ahora el cuerpo me pedía algo dulce.

--Tú te lo pierdes. --Metió su cuchara en el pudding y empezó a comer a dos carrillos, haciendo exageradas demostraciones de lo rico que le parecía.

--¿Has venido hasta aquí para que te vea comerte el postre?

--Te he ofrecido --se justificó con la boca llena.

Yo ya no estaba para más de sus tonterías, de modo que le arrebaté la otra cuchara y la introduje en el vasito para sacar algo de crema de chocolate, y después me la metí en la boca. Era verdad que estaba muy buena, así que tomé otro poco, y un poco más. Fruncí el ceño cuando vi que Freddy esbozaba una sonrisa por haberse salido con la suya, pero no dejé que eso me disuadiera de seguir comiendo.

Tratando de disimular, le observé mientras comía. Parecía un niño pequeño disfrutando de su chocolate, y no pude evitar que los ojos se me fueran a sus desordenados rizos castaños. Tuve que controlarme para no ceder a mi impulso de acercarme a él y olfatearle el pelo, para comprobar si seguía oliendo a coco. ¿Cómo se sentiría hundir los dedos entre aquellos rizos?, me pregunté.

 ¿Cómo se sentiría hundir los dedos entre aquellos rizos?, me pregunté

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Él se dio cuenta de que le estaba mirando:

--¿Qué? --preguntó, suspicaz.

--Na-nada. --Aparté la vista, con algo de apuro, y la fijé en el pasillo central, que seguían recorriendo docenas de niños y adolescentes.

--Sueles hacer esto, ¿verdad?

--¿A... a qué te refieres? --Traté de disimular mi inquietud. ¿Se habría dado cuenta de que me lo estaba comiendo con los ojos, como si tuviera más ansia de él que del dulce?

--Escapar y esconderte cuando no te sientes bien, o cuando algo te molesta o te duele.

Uf, qué alivio. Pensé que me había pillado babeando por él.

Love and war (Shazam!)Where stories live. Discover now