16. CC Batson

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Mary, como la persona de más edad de la casa en aquel momento, había sido la primera en salir de su estupor y recibir al señor Batson. Le invitó a entrar en la casa y le dio paso al salón, invitándole a una limonada que el hombre aceptó.

Sentado en uno de los sillones del salón, el señor Batson tomó un trago de la bebida:

—Está muy buena, gracias. —Sonrió, intentando transmitir cordialidad, pero era difícil mantener la calma con los chicos de la familia observándole como si fuera un extraterrestre mientras bebía. Estaban los seis, porque ante una noticia de tal calibre, incluso Eugene había renunciado a sus videojuegos y Pedro a su ejercicio para ir a verle.

Se produjo un incómodo silencio, mientras los seis pares de ojos se clavaban en el inesperado visitante. En ellos había curiosidad, desconcierto y un mal disimulado temor. La presencia de un padre biológico en un hogar de acogida solía implicar cambios, y a veces no eran para bien.

La única persona (aparte de Mary, que se las arreglaba bastante bien para disimular) que mantenía una cara de poker perfecta ante la intempestiva aparición era el propio Billy. Observaba a su padre biológico con gesto serio y cauteloso, como un cazador examinaría a un exótico animal de especie desconocida, y potencialmente peligrosa.

Nadie podía poner en duda el parentesco entre los dos: el parecido era asombroso, más ahora que Billy empezaba a acercarse a la edad adulta. El color de los ojos, las facciones, la complexión y otros aspectos aún más sutiles como algunos gestos o la forma de fruncir el ceño, eran tremendamente similares tanto en el padre como en el hijo.

Pero aquella no era la única semejanza de la que se percataron Mary y Freddy. Mientras los otros chicos seguían observando al visitante, el segundo susurró a su hermana mayor:

—¿Has visto? Se parece un montón a...

—...Billy, lo sé.

—No, no solo a Billy. También a... —Freddy agitó los dedos, como cuando este lanzaba rayos—... al "Capitán Chispitas". S, H, A... —Por supuesto, siempre que aludían a Shazam tenían que llamarlo por uno de sus apodos o deletrear su nombre, ya que si lo decían entero, podían transformarse de forma involuntaria.

—...Sí, ya lo he pillado. Cállate —le cortó su hermana. Aunque estaba de acuerdo con Freddy, Mary no deseaba atraer la atención del señor Batson, o de Billy, con sus murmullos. Tratando de mantener una apariencia de cortesía hacia el visitante, se dirigió a este:— ¿Viene de muy lejos, señor Batson?

—Florida —contestó él.

—Ha estado en la cárcel, ¿verdad? —saltó Eugene sin paños calientes, ganándose una mirada de censura de Mary. CC Batson pareció sorprendido y algo incómodo por el hecho de que lo supieran, pero asintió:

—Eh... sí, así es.

—¿Por qué delito? —quiso saber Freddy.

—Freddy... —le reconvino Mary por su indiscreción, pero Batson hizo un gesto tranquilizador:

—No... no importa. Asalto a mano armada. Estaba en una banda que atracaba tiendas y bancos.

—Hala... —murmuró Pedro abriendo mucho los ojos. Mary suspiró internamente ante la admiración que percibió en su voz.

—Ya he cumplido mi condena —añadió Batson—, y he pagado mi deuda con la sociedad. Soy un hombre nuevo ahora.

—Eso dice usted —repuso Freddy, sin poder renunciar a su desconfianza. Mary fue a reñirle otra vez, pero Darla le interrumpió:

—¿Ha venido a llevarse a Billy?

Todos se quedaron en silencio, Batson incluido. Darla había hecho la pregunta más importante, la que reflejaba el verdadero temor de todos los chicos de la casa al verle aparecer allí.

Love and war (Shazam!)Where stories live. Discover now