✾Capítulo XXIII✾

268 9 0
                                    

-Olvidé que ya habías venido. -

Observaba a su padre tomar sin control, degustando el contenido del vaso, habían ido allí por Yoongi y el que parecía ahogar sus penas inexistentes era el Min mayor.

- Es el bar más cercano, y no me lo niegues, el whisky de aquí es de gran calidad.

- Gracias por el elogio señor Min.

Uno de los meseros del bar de Namjoon atendía a los dos Min, el mencionado tenía que salir de urgencia ya que se le había presentado lo que le mencionó a Yoongi como un "milagro" que se lo contaría si era cierto, por mientas, Yoongi se dedicaba a beber del otro vaso, pensando si su actitud con Jimin era justa o en verdad el que iba a acabar con su matrimonio era él mismo.

-Ya has tomado mucho, ¿Cómo sigues tan sobrio?

- Bueno, haz visto como tomo demasiado, ya casi no tiene mucho efecto en mí.

Y de nuevo, tomó otro vaso de whisky, Yoongi se levantó un momento y quiso utilizar el teléfono del bar, quería avisar que estaba en el bar con su padre y llegaría tarde a casa, pero su conciencia no lo dejó pensar claro, lo único que pensaba, era en que no tenía por qué darle explicaciones a Jimin, si él mismo ya debía estar con sus amigos de por ahí.

No quería regresar a la mesa, ni siquiera sabía que era lo que quería, solo pensaba en su esposo, estaba volviéndose loco.

"It's a little bit funny,
This feeling inside."

Empezó a sonar esa canción en el bar, su canción, la canción que era de ellos, la canción que llevaba recuerdos a Yoongi, que lo hacía sonreír, la que, con solo cerrar los ojos, el rostro feliz de su esposo viéndolo bailar aparecía en su mente, culpándose por herirlo, recordando ese día, recordando ese jueves, la loción a vainilla de su esposo, la tienda de música, recordando todo.

"I'm not one of those who can
Easily hide"

- ¡Yoongi! Ven aquí.

"I don't have much money, but
Boy if I did"

Su esposo lo esperaba en casa, con su linda sonrisa, extrañándolo, el no tenía a nadie más, solo un gran amor por la persona que ama.

- No te lo quería decir, pero hay alguien a quien contraté hoy y quiero que la conozcas, oh bueno, ya se conocen.

"I'd buy a big house where,
We both could live"

Tenía que volver, decirle que lo ama, que su padre está equivocado, que su esposo lo ama y el también, antes de que sea tarde, tal vez lo pierda, pero no porque le sea infiel, sino, porque se comportó como un estúpido con él.

- Acaba de llegar, la cité aquí hace poco, se cortés con ella, acaba de llegar de Londres.

Ya no escuchaba la música, sus oídos solo prestaban atención a sus pensamientos, que le decían que corra a los brazos de Jimin.

<<Antes de que sea tarde>>

-Querida, ven aquí.

Ahora, ya era tarde, demasiado tarde.

-... ¿Bianca?

...

- ¿Lo dejaste solo?

- Está más calmado, después de comer algo dijo que dormiría un poco.

Cartero y bailarín iban caminando por la vía pública, Hoseok relataba que era lo que había pasado en la casa al momento que llegó, no querían etiquetar a Yoongi como un mal esposo, pero que se podría esperar de alguien que dejó a la persona que llevó al altar de una manera tan lamentable.

- Generalmente Jimin me habla maravillas de Yoongi, ¿Cómo es posible todo lo que pasó?

- Bueno, he sido amigo de ellos dos desde hace mucho, más de Yoongi, y sin crees que las cosas que Jimin te ha dicho de Yoongi son mentira, tengo que decirte que son totalmente verdades, pero ahora nadie sabe qué le pasa a Yoongi, ha cambiado tanto, no es el mismo, incluso últimamente tenemos peleas muy seguidas.

- ¿Dices que todo ha pasado por celos?

- Si, la primera vez que tuvo un "ataque" así, fue cuando Jimin y tu apenas se conocían, si yo no hubiera estado en ese bar no sé qué hubiera sido de Yoongi.

- ¿Me estás diciendo que semejante hombre con dinero, porte y teniendo ese atractivo, se puso celoso por mi culpa?

-No seas modesto, ¿Te has visto en un espejo? Pelearía por un rostro así.

Un sonrojo leve en la cara de Taehyung dio lugar sé que el ambiente se ponga silencioso, sí, le repetían demasiadas veces que era atractivo, pero viniendo de Hoseok, no supone que es lo que pasó para que el tierno color carmesí apareciera en sus mejillas.

- Bueno -habló Taehyung- pero no es razón para tenerme celos, es tan ilógico.

Quedaron en silencio de nuevo, e inconscientemente el cuerpo de Taehyung, mientras más caminaban, más se iba apegando al de Hoseok.

- ... ¿Tienes planes hoy?, hay una feria cerca, puedo ir a verte en la noche si gustas.

No supo que responder, pero pensó que sería bueno para salir de su zona de confort, sería bueno salir con alguien nuevo en su círculo social, pero irónico, iba a salir con alguien quien le tuvo un poco de celos al principio.

- ¿Ocho de la noche está bien?

Ambos se dirigieron la mirada y sonrieron, mientras que para uno sería una manera de distracción, para el otro tal vez era la oportunidad de conocer a alguien.

...

Así fue como el pintor se quedó sin inspiración, durante meses la visita de Taehyung para entregarle el paquete de su amante del extranjero se le había hecho habitual, y parte de su rutina, tanto que el hecho de que esa tarde el que le haya entregado su paquete haya sido un compañero de trabajo de él, no le permitió concertarse en nada, no tenía inspiración, dejó todas sus brochas y lienzos de lado, esa tarde no pintaría nada.

Se dejó caer en su cama, desanimado y pensando en que estaría haciendo Taehyung, quería sacarlo de sus pensamientos, tantos posibles escenarios, hasta que su vista se posó en el montón de paquetes de la esquina, ciertamente, desde que empezó a tratar más a Taehyung, ni siquiera se había dado el tiempo de revisar los paquetes de su pareja actual, decidió abrirlos al fin.

Lo hizo por orden de fechas, lo mismo de siempre, una pintura de su rostro, un poema hecho a mano, y una rosa, que por el tiempo que había pasado, ya estaban marchitas, pero mientras más iba abriendo paquetes, más miedo le producía leer los poemas, de a poco iban hablando de muerte, de amor imposible, y de suicidio, Jungkook no se le había pasado por la cabeza en cual era el tipo de relación en la que estaba, y recordó cómo era su amante, con tanto miedo, se dispuso a escribirle una carta en ese mismo instante.

- Perdóname Michelle, merezco que me dejes - lágrimas caían por sus mejillas, sintiendo culpa y remordimiento por haberlo olvidado, olvidó a quien le decía esa vez en París, que era el amor de su vida.

ℜ𝔢𝔪𝔢𝔪𝔟𝔢𝔯 𝔪𝔢, 𝔭𝔩𝔢𝔞𝔰𝔢... [𝐘𝐌]Where stories live. Discover now