♚Ꭼꮮ ꮮꭼꮐꭺꭰꮻ ꭰꭼ ꮜɴ Ꭺꮮᏼꭼꭱꮖꮯꮋ𓃠 [Genshin Impact]✿[Luckae] [✓]

🍹⁀➷𝕊𝕚𝕩𝕥𝕖𝕖𝕟🍹

—Kaeya, queremos ayudarte, dinos lo que sucedió en Liyue, por favor. —La primera en hablar fue la rubia, le dolía muchísimo ver a su amigo de esa forma.

—No es necesario, no necesito su lástima, mucho menos la tuya, rubia. ¿Por qué no mejor se van a su habitación a tijeretear?

La voz del peli-azul sonaba sarcástica. Vio fijamente la cara de ambas chicas, estaban confundidas y algo molestas por aquel comentario.

La pareja pudo percatarse de que kaeya no traía su parche, dejando a la vista su ojo de diferente color, un color amarillento. Parecían los de un gato, brillando en la oscuridad de aquella esquina llena de libros polvorientos.

—T-tu ojo.

—Sí, Lisa, tengo dos ojos, que lleve un parche no significa que no tenga.

—¡Oye! —La voz demandante de la caballera intendente se hizo presente, odiaba ver que su amigo le dijera esas cosas a su actual pareja—. ¡No le hables a Lisa de ese modo, sólo queremos ayudarte!

—¡Y yo les estoy diciendo que no quiero su ayuda! —El moreno sacó su voz demandante para encarar a la rubia—. ¡Simplemente váyanse y déjenme tranquilo, par de zorritas!

Lisa no soportó que le hablaran de esa forma a su novia, entre varios suspiros, la castaña se decidió a dar el primer paso y acercarse al moreno, lo tomó del cabello y tiró de él, haciendo que eleve su rostro y frunciera el ceño, cerrando los ojos en el proceso y crujiendo los dientes.

—Kaeya Alberich, ¡me parece sumamente estúpido de tu parte que, después de todo lo que pasamos juntos, como amigos, no nos tengas la confianza suficiente para contarnos las cosas que te suceden!

Los ojos de la castaña se volvieron de un verde intenso, casi brillosos, y unas pequeñas chispas eléctricas se hicieron presentes en las manos de la chica, dándole un toque tenebroso al ambiente de allí.

La rubia y el peli-azul se vieron entre sí, horrorizados ante el estado de la bruja.

—Con que así serán las cosas. —En un rápido movimiento, alejó a la bruja a través de un ataque elemental, cubriéndola de escarcha y logrando hacerle algunos rasguños en sus ropas, esto provocó que Lisa soltara su cabello. Una vez libre, dio un salto hacia atrás, tirando una pila de libros en el proceso y poniéndose en posición de combate.

—Como quieras. —Con una mueca de dolor en su rostro, la castaña se comenzó a sobar sus lastimaduras, mientras imitaba al moreno y ponía su cuerpo en su posición de combate—. Haré que te arrepientas.

Ambos dejaron salir sus armas, Lisa su libro y Kaeya su espada.
Los ojos de ambos brillaban con intensidad.

—¿En serio crees que una simple brujita como tú, puede ganarme?

—Solo hay una forma de comprobarlo.

Lo que asustó más a la caballera intendente, fue que ambos amigos, a pesar de todo el ambiente pesado del lugar y al estar a punto de iniciar una pelea, jamás quitaron esa sonrisa tétrica de sus rostros.

Cuando Jean estaba a tan solo unos centímetros de frenar la pelea, un fuerte grito se escuchó.
Miraron en dirección a la joven de cabellera rubia y, detrás de ella, una pequeña niña con cola y orejas se había subido a un escritorio cercano para poder llamar su atención, deteniendo abruptamente la pelea que se estaba comenzando a formar.

—¡¿Así se comportan los adultos?!

La niña se cruzó de brazos, sus orejas estaban bajas y su cola erizada, su voz chillona captó la atención de los tres y bajaron sus objetos de pelea, la espada y el libro desaparecieron. Lisa y Kaeya se vieron fijamente un par de segundos de forma seria, para después devolver su total atención a la niña.

—¡Diona! —exclamó Jean, estaba totalmente contenta al ver que era la híbrida, sin mencionar que, se ahorró el trabajo de separar a los dos amigos—, ¡que bueno que estés aquí!

Diona es una niña pequeña de piel clara y cabello corto de color rosa. Parte de su cabello está recogido en una coleta rígida en la parte delantera de su cabeza. También tiene orejas y cola de gato de color naranja, negro y blanco, ojos verde azulado y cejas redondas. Los rasgos felinos de Diona son los de un gato calicó.

Diona lleva una gran gorra índigo oscuro, junto con pantalones cortos del mismo color con adornos dorados, con huellas de garras. Ella también usa una camisa sin mangas de color índigo oscuro que deja al descubierto el abdomen con una bufanda de color amarillo anaranjado, mangas de color rosa pálido, un chaleco del mismo color y guantes blancos con patrones en forma de garras de color rosa claro en la parte inferior. Lleva una cantimplora de bebida fría atada a sus pantalones cortos, a la que se adjunta su visión Cryo. También usa botas azul marino, que tienen forma de tacones altos, con adornos dorados en forma de gato.

Según su padre Draff, Diona se encuentra en una fase un poco rebelde. Mientras Diona adora a su padre y lo idolatra en su juventud, al presenciar su cambio de personalidad mientras estaba borracho, rompió el pedestal en el que ella lo puso, y comenzó su venganza contra el alcohol. Ella desprecia a cualquiera que se entregue al alcohol, aparte de Lisa, a quien considera amable y gentil, pero lamenta el hecho de que bebe.

Aunque Diona tiene la opción de destruir la industria, eligió no hacerlo, en lugar de eso, optó por hacerlo hundiendo la reputación de la industria al convertirse en camarera y servir bebidas terribles. Desafortunadamente, su amiga la bendijo con un toque mágico que hace que todas sus bebidas sean deliciosas, independientemente de lo nocivos que sean los ingredientes utilizados, y ella misma no lo sabe.

—Inmaduros —susurró la gata—, tengo un mensaje para ustedes, un par de habitantes de Liyue vinieron para hablar contigo, Jean, y al parecer, es muy importante.

El moreno tuvo que ahogar un grito de enojo, ya se hacía una idea de quiénes se trataban, mientras las tres chicas estaban desconcentradas, el príncipe aprovechó la situación y corrió en dirección contraria, dejando detrás a las dos adultas y a la niña.

Al escuchar pasos de forma inesperada, pudieron ver al moreno correr y escabullirse entre estantes y pilas de libros que allí había, logrando perderlo de vista.

—¡Espera, Kaeya! —Seguirlo sería en vano, no lograrían llegar a él—. ¡Carajo! —susurró, la líder de Mondstadt, volviendo a dirigir su mirada a la niña—, Diona, llévanos hacia esos habitantes provenientes de Liyue, por favor.

—¡No se preocupen, yo las guiaré! —La niña sonrió—. ¡Tienen suerte, junto a ellas vino una buena amiga mía, es algo callada y olvidadiza, pero de igual forma es divertida!

La híbrida guió a ambas mujeres, Jean tuvo que calmar a su novia que estaba insultando al moreno a regañadientes, logrando que así, la más chiquita no escuchara los insultos.

Por otro lado, en un rincón sombrío de la biblioteca, alejado de todos y de todo, Kaeya se detuvo, frenó en seco ante el cansancio, su cuerpo pedía descansar un par de horas, pero allí no era seguro, no por el momento.

Dudó en hacerlo, pero la situación lo requería, con su mano derecha, tocó el párpado de su ojo derecho, el ojo que estaba afectado por la maldición.

Ese simple gesto significaba el llamado de uno de los mejores sirvientes que poseía Kaeya, con un ligero y suave susurro, lo llamó, dijo su nombre, para que lo salve, para que lo saque de ahí, para que esté con él y lo escuche.

"Dainsleif..."