Esta vez, Aria también se sorprendió.
¿Muerto?
Ella no tenía ni idea porque Gabriel no parecía tan doloroso.
'Cuando te quedas sin energía, te mueres'.
Le recordó a Carlin haciendo un escándalo, haciendo hincapié en no perforar su núcleo.
"Creo que sería una buena idea pedirle formalmente a García".
Gabriel no continuó sus palabras, sino que sus palabras se interrumpieron en un tono apagado. Y la miró fijamente a los ojos, como con incredulidad.
"Ojos......."
'¿Ojos?'
Aria parpadeó. Y al mirar a su alrededor, se fijó en un charco de agua de lluvia que brillaba.
"¿Qué, qué?
Sus ojos, que eran de color rosa oscuro y vivo, brillaban con oro. Como los de los sacerdotes con poderes divinos.
'Ojos dorados. Un símbolo de poder divino'.
No puede ser, esta joya...... ¿Era una joya que absorbía el poder divino y lo hacía utilizable por el portador?
En cierto modo, era una joya útil.
'Pero sería completamente inútil para Verónica'.
El poder divino de Verónica era tan famoso como el de Gabriel en el pasado. Porque ella tenía ojos dorados brillantes que brillaban incluso en un sótano oscuro. Aria lo vio y lo recordó claramente.
"¿Era posible que una joya pudiera usar el poder divino?"
¿Gabriel tenía los mismos pensamientos que Aria?
Preguntó rápidamente el joven. Lo vio ante sus ojos, así que no podía decir que fuera imposible.
"Dios mío, una cosa así existe".
Era un fenómeno sin precedentes. Gabriel parecía confundido.
Aria se quedó con la mirada perdida junto a él, que se puso rígida y entró en estado de shock, y luego recobró el sentido primero.
'Vamos a entrar por ahora'.
Entonces ella tiró del dobladillo de su bata y señaló la habitación de invitados donde se alojaba, el anexo.
***
Gabriel estaba empapado por la lluvia.
Aria echó un vistazo a su habitación, que parecía no tener sirvientes, y luego encontró una toalla en un rincón y se la entregó.
"Oh, gracias".
Gabriel, que parecía estar todavía asombrado, aceptó la toalla con retraso. De forma muy agradecida.
Aria volvió a mirarle.
'Comparado con la primera vez que llegó a este castillo, era tan grande que no podía reconocerlo.......'
Tuvo que inclinar la cabeza lo suficiente para encontrar su mirada.
Y.......
'Como se esperaba, Gabriel'.
Santo Caballero Comandante Gabriel.
Por supuesto que lo sabía. Fue enviado desde el Sacro Imperio, y cada vez que veía a Aria, su cara estaba llena de desprecio y decía.
