Delito de Amarte ©

Capítulo Diecisiete "Me necesita"

—Caroline—la aparté de mí—, no.
—Lo siento—me vio apenada—, lo siento, me dejé llevar, creo que estoy ebria—rio nerviosa.
—Yo no puedo corresponderte—la vi a los ojos—, lo sabes—asintió.
—Sí, lo sé, tú amas a Renata, de verdad lo siento.
—Así es—suspiré—, además, Daniel está enamorado de ti.
— ¿Daniel? —parpadeó sorprendida.
—Sí—sonreí—, perdóname Caroline, pero de verdad, no puedo.
—No, no, descuida—sonrió palmeando mi hombro—, no sé en qué estaba pensando, te aseguro que no volverá a pasar, hagamos de cuenta que no pasó y tan amigos como siempre.
— ¿Segura que entiendes que no...?
—Completamente—asintió—, fue una tontería por el alcohol.
—Está bien—suspiré—, olvidaremos que esto pasó.
—De acuerdo, ahora, creo que me iré a casa, no puedo seguir bebiendo ni haciendo tonterías—rio.
—Sí, creo que yo también me iré a casa, te llevo.
—No, cómo crees—negó con la cabeza—, me iré en taxi.
— ¿A esta hora? —vi mi reloj— Ni hablar, además, me queda de paso.
—Está bien—suspiró.

Salimos de ahí juntos y llegamos a su edificio gracias a sus indicaciones, se despidió de mí con un casto beso en la mejilla, un gracias y bajó del auto entrando a la construcción solo volteando para despedirse con un movimiento de mano.

Llegué a mi departamento y me dejé caer en el sillón de la sala después de tomar una cerveza del refrigerador, pensando en todo, pero especialmente, en lo sucedido con Caroline en el roof, al parecer había entendido que no podía haber nada entre nosotros, tanto por mis sentimientos hacia Renata como por los sentimientos de Daniel hacia ella, esperaba que así fuera. Debo aceptar que si lo anterior no existiera probablemente correspondería, pero no, eso había quedado atrás, además de que me prometí a mí mismo que no volvería a involucrarme con alguien del trabajo, y con eso me fui a dormir, al menos hasta que de nuevo un sueño con ella me despertó, sabía que no podría volver a dormir.

Salí hacia la estación después de desayunar y continué con los reportes para llevárselos a Gary al laboratorio, la mañana estaba siendo muy tranquila de nuevo, eso era bueno. Iba de salida cuando la voz de Daniel me detuvo.

—Sí que eres rápido eh—rio con ironía llegando conmigo al ascensor.
— ¿A qué te refieres? —arqueé una ceja.
—Caroline—se cruzó de brazos—, los vi anoche, besándose, y después se fueron juntos.
—Eso—solté una pequeña risa—, no es lo que estás pensando.
— ¿Ah no? A mí me pareció muy claro.
—Ven—palmeé su hombro—, vamos por un café.
—De acuerdo—asintió y bajamos a los puestos de la calle.
—Respecto al beso—suspiré—, fue ella quien me besó, pero la rechacé.
— ¿Por qué?
—Porque sigo amando a Renata, y porque tú estás enamorado de ella.
— ¿Yo? ¿De dónde sacas eso?
—De tu escena de celos—reí—, y se te nota amigo, deberías invitarla a salir.
—Pero ella está enamorada de ti.
—No lo creo—negué sonriendo—, tenía unas copas encima, se sentía atraída por mí tal vez, pero ella sabe que yo no puedo corresponder eso, y de hecho se disculpó por ello, además de que prometió no volver a hacerlo.
—Pero aun así, ella está de manera temporal. ¿Para qué involucrarme si se irá?
—Yo no estaría tan seguro de eso.
— ¿Por qué?
—Aplicará para laboratorio.
— ¿Enserio? —me vio sorprendido.
—Así es, hazlo amigo.
— ¿Y si no acepta?
— ¿Y si sí? —reí.
—Está bien—suspiró—, lo haré, perdón por la escena.
—Descuida hombre—reí y palmeé su hombro caminando de regreso al laboratorio.

Me dirigí a la estación viendo a Caroline llegando también, no la había visto dese la noche anterior.

—Hola—saludé cuando llegué junto a ella.
—Hola Alexander—sonrió caminando hacia los escritorios—, oye, tenías razón.
— ¿De qué? —la vi confundido.
—Sobre Daniel, vengo del laboratorio y me invitó a salir.
— ¿Enserio? —sonreí— ¿Y qué pasó?
—Acepté, iré a cenar con él saliendo de aquí.
— ¡Bien! —sonreí más— La pasarás bastante bien.
—Imagino que sí, es muy carismático.