♚Ꭼꮮ ꮮꭼꮐꭺꭰꮻ ꭰꭼ ꮜɴ Ꭺꮮᏼꭼꭱꮖꮯꮋ𓃠 [Genshin Impact]✿[Luckae] [✓]

🍷⁀➷𝔽𝕠𝕦𝕣𝕥𝕖𝕖𝕟🍷

Las personas que son consideras como psicópatas y, a su vez, las sociópatas, comparten una serie de características, incluida la falta de remordimiento o empatía por los demás, la falta de culpa o la capacidad de asumir la responsabilidad de sus acciones, el desprecio por las leyes o las convenciones sociales y la inclinación a la violencia. Una característica central de ambos es su naturaleza engañosa y manipuladora.

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No sabía exactamente a dónde se dirigía, sus pies se movían inconscientemente, estaba sumergido en sus pensamientos y dejó de prestarle atención al camino, chocaba con la gente y poco le importaba, mantenía la cabeza agachada mientras se abrazaba a sí mismo, otra vez estaba pensando varias cosas a la vez.
Los nervios crecían, todo a su alrededor se volvía negro, su cabeza le estaba jugando una mala broma, carajo, le estaba dando un ataque de pánico, su corazón se aceleró y la vista se le comenzó a nublar. Las voces empezaron a aturdirlo.

"¿Y si nunca logras recrear Khaenri'ah?"

"Tus antepasados deberían sentir vergüenza de alguien tan desastroso como tú"

"Mírate, tener sexo a cambio de algo, que desagradable"

"¡Tu padre era mejor en esto, tú das lástima!"

"¡¿Por qué eres tan inútil?!"

"¡Eres demasiado patético!"

"Muérete de una vez"

"¡Debiste haber muerto tú durante la guerra!"

"Das asco"

"¿Nunca pensaste en suicidarte?"

"Por favor, acéptalo, con tu muerte, todos los demás serían más felices"

—¡Kaeya!

Una voz logró sacarlo del trance, fue como una iluminación, los ojos del moreno se abrieron como platos al dirigir su mirada al frente y encontrarse a su hermanastro correr hacia él.

—¿Diluc? —Unos brazos lo rodearon, tomándolo por sorpresa.

—¡Idiota! —El calor lo inundó, un abrazo cálido era lo que necesitaba para calmar su pánico, Kaeya se dejó llevar, poniendo ambas manos en los pectorales del pelirrojo, aferrándose a sus ropas y escondiendo su rostro en el cuello de este—. ¡¿En dónde mierda estabas?! —Un brazo lo mantenía agarrado de la cintura, mientras que con la otra mano lo tomaba de su azulada cabellera, Kaeya jamás imaginó que el de tez blanquecina lo abrazara de esa forma tan... bonita.

—Perdón, Diluc —dijo en un susurro.

—¡Nada de "perdón, Diluc"! ¡¿En dónde estabas?!

—F-fui a comprar algunas cosas para mí —eso no fue del todo mentira.

—Por un demonio, Kaeya. —Un sollozo se escuchó, el moreno estaba sorprendido, fue tomado por ambos hombros y se separaron de aquel cálido abrazo, el pelirrojo lo había separado y ahora estaba tomando sus mejillas para que lo viera fijamente—. ¡¿Cuándo será el día en que dejes de mentir?!