HERSHE (Seulrene - Español)

49. Sofá

Irene se estaba secando el cabello frente al espejo cuando notó el reflejo de una puerta desde atrás. Es la misma habitación con cuadros colgados que había visto hace un tiempo. 

Sintiendo curiosidad, entró, solo para llevarse una sorpresa. Porque aunque nada ha cambiado en el apartamento de Seulgi, muchas cosas han cambiado en esta habitación. 

Todas las imágenes han sido reorganizadas. También hay fotos adicionales de los viajes de Seulgi a Haeundae y a Bali. Pero sobre todo, lo que llamó la atención de Irene es el nuevo retrato en el centro. Ya no era de Joy. El cuadro de Joy está ahora a un lado. Esta vez la imagen es de una mujer, aunque no mira a la cámara, con una sonrisa de ensueño dibujada en el rostro. La foto está tomada en un fondo de playa. 

-¿Irene?

Irene se dio la vuelta y vio a Seulgi, que ya se asomaba por la puerta. 

-Oh, um. La, uh, la comida está lista...- dijo Seulgi, avergonzada.

-¿Qué es esto, Seulgi?

-Umm, ¿una foto... tuya...?

-¿Y por qué tienes una foto mía colgada aquí? 

Cada vez más avergonzada por la situación, Seulgi abrazó a Irene por la cintura y la besó en un lado de la cabeza. 

-¿No tengo derecho a poner la foto de mi novia en mi habitación?

Irene sonrió mientras se volvía para admirar su foto. -¿Desde cuándo está puesta aquí?

-Desde el viaje a Haeundae.

-¿En serio?

-Sí. No pude resistirme a poner esa foto allí. Es una toma perfecta. Me encanta ver tu dulce sonrisa siempre. Siempre.

-Y siempre me das otra razón para enamorarme aún más de ti, ¿eh?- Irene se volvió hacia Seulgi.

-Por supuesto. Hacer que te desenamores es lo último que intentaría hacer. Solo espero que no haya necesidad de volver a cambiar esa imagen nunca.

Irene tomó la cara de Seulgi entre sus manos. -No te preocupes, no la habrá.

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Después de la cena (que no consistió en huevos duros), la pareja se acomodó en el sofá para ver una película de comedia romántica. Irene está sentada erguida, con la cabeza de Seulgi cómodamente apoyada en su regazo. 

-¡Seulgi! 

Seulgi se despertó después de que Irene la sacudiera. -¿Q-qué?

-¿En serio vas a dormirte sobre mí? 

-No, no lo haré, solo...- Seulgi se sentó. -Oh, lo siento. Estaba demasiado cansada. Además, tu mano en mi cabeza es muy relajante.

-Si hubiera sabido que te ibas a dormir temprano, me habría ido a casa.- Irene hizo un puchero. 

Seulgi pasó un brazo alrededor de Irene. -No. No me voy a dormir todavía. Dijimos que nos quedaríamos hasta tarde viendo películas, ¿cierto? 

-Admítelo. Simplemente no te gusta la película que elegí.

-N-no es que no me guste,- razonó Seulgi. -Tenía un dolor de cabeza terrible, hace un rato. Pero parece que me sentí aliviada después de que me masajeaste la cabeza.

Irene torció la boca en señal de molestia. -¿Te sientes bien ahora?- preguntó, poniendo el dorso de su mano en la frente de Seulgi. 

-Sí. La siesta energética funcionó, y tu masaje.

-Es un alivio.- Irene dejó caer su mano, causando que su gran camisa se bajara de un lado. 

-Oh. Sexy, eh...- dijo Seulgi, mirando el hombro y la clavícula expuestos de su novia.