47. Juego

1.1K 144 19
                                    

-Se reportó enferma hoy.- dijo Krystal.

Seulgi dejo caer sus hombros, no podía alejar sus ojos de la mesa de Irene. -¿Crees que esté bien ahora?

-No lo sé. Dijo que no estaba de humor para venir al trabajo hoy. 

-¿Le dijiste acerca de lo que hablamos anoche?

-Nope. Es tu trabajo decirle eso, no mío, cariño.- Krystal puso énfasis en la última palabra.

Seulgi se rascó la nuca, sintiéndose tímida y culpable.

-Hazlo hoy o te mataré por hacer llorar a mi amiga, ¿de acuerdo?- dijo Krystal. 

-Lo haré. Lo haré. Yo tampoco planeo prolongar esto,- dijo Seulgi, suspirando. -Después de lo de anoche, lo único que quería hacer era arreglar las cosas con ella. 

-Pero creo que tendrás que ser un poco más firme. Es de esperar que ella te resienta al principio, o tal vez te aleje. Es un mecanismo de defensa normal de una persona herida. 

Seulgi infló sus mejillas. -Tienes razón. Iré a su casa después del trabajo. 

-Seulgi...- llamó Krystal cuando estaba a punto de irse. -Esta es la primera vez que veo a Irene perder la cabeza por alguien. Así que, por favor, cuídala. Te la confío porque sé que estará en buenas manos.

Seulgi sonrió. -Gracias. Te prometo que cuidaré de ella.

-Será mejor que lo hagas, o de lo contrario...- Krystal no terminó la oración, pero hizo una señal de corte de garganta con la mano. 

Seulgi se rio. -Recordaré eso.

---

Seulgi detuvo su auto al costado de la carretera. Bajó la ventanilla hasta la mitad para ver mejor si había alguien dentro de la casa de Irene. 

Tomó su teléfono y marcó el número de Irene. Tuvieron que pasar unos cuantos timbres más antes de que alguien respondiera. 

-¿Hola?

Seulgi se sintió feliz al escuchar la voz de Irene. Pero los pequeños sollozos al otro lado de la línea le causaron una punzada. 

-¿Irene?

-¿Sí, qué?

-¿Estás en casa? No viniste a trabajar hoy.- Seulgi miró hacia la casa de nuevo.  

-No me sentía bien.

-Oh. Entonces, ¿solo estás en casa?

-¿Sí, por qué?

Seulgi se sintió un poco nerviosa al saber que Irene está a solo unos metros de ella. -¿Está tu mamá allí también? 

-Nop. ¿Por qué sigues preguntándome cosas?

-Yo... yo estoy justo aquí en frente de tu casa.

-¿Qué?

Hubo un movimiento al otro lado de la línea. A continuación, se oyó el sonido de los pasos de Irene. Seulgi la vio asomándose por la ventana. Bajó completamente la ventanilla del auto y agitó una mano. 

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Irene.

-Umm, ¿visitarte?

-No necesito visitas ahora, Seulgi.

Ver a Irene a través de la ventana hizo que Seulgi se diera cuenta de cuánto extrañaba a esa pequeña tirana. -Vine aquí para hablar contigo.

-¿Hay algo más de qué hablar?

HERSHE (Seulrene - Español)Where stories live. Discover now