37. Trampa

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Irene había estado completamente distraída desde esa llamada con Seulgi.

Se sentía emocionada y preocupada.

Emocionada, porque ella también deseaba aclarar lo que estaba sucediendo realmente entre ellas. Pero al mismo tiempo, tiene miedo de que su charla las lleve a cruzar la línea. Está segura de que no será capaz de contenerse a sí misma por más tiempo.

Pero, ¿qué pasaría si su madre se enterara? Está consiente de que no hay manera de que su madre acepte algo como esto.

En medio de sus pensamientos, Irene notó un coche negro desconocido que estaba aparcado delante de su casa. 

-Huelo un nuevo pretendiente por aquí,- dijo, dándole un beso a su madre cuando esta la recibió en la entrada de la casa.

-Shh. Baja la voz. Conocí a este cliente hoy por la mañana. Vamos a salir con él para la cena.- la mujer jalo a Irene al interior.

-¿Vamos? ¿Por qué tengo que ir yo? No necesitas ningún acompañante que te vigile.

-No más preguntas.- La señora empujó a Irene dentro de la casa. -Te ves suficientemente bien con tu atuendo. Atiéndelo primero mientras yo voy a vestirme. ¿De acuerdo? 

-Seguro.- Irene no pudo evitar sentirse más que emocionada por su madre. Sacudió la cabeza mientras la miraba subir las escaleras.

Miró a su alrededor y se fijó en la figura alta y esbelta de pie en su sala de estar. El tipo está ocupado mirando los marcos de los cuadros, oportunidad que Irene no desaprovechó para observarlo un poco más. Lleva una camisa polo blanca de manga larga, pantalones ajustados negros y un abrigo sobre un brazo. 

Tiene que admitir que luce guapo de espaldas. Irene está contenta de que su mamá todavía tenga buen gusto en hombres. 

El sonido de sus zapatos de tacón golpeando el suelo de baldosas hizo que el invitado volteara. 

-Hola-, dijo con una sonrisa. 

Irene quedó boquiabierta al encontrarse mirando esos ojos familiares. -¿Bogum?

-Uh. ¿Sí? ¿Por qué esa cara de asombro?- Él se rio. 

-Uh... me sorprende verte aquí...

-También me sorprendió ver a tu madre hace un rato.- Bogum miró las fotos por última vez antes de volverse hacia Irene. -Contratamos a su empresa como nuestro nuevo proveedor. A mí me asignaron la reunión con ellos. No sabía que tu madre trabajaba allí. Ella me preguntó si tenía una cita para esta noche y le dije que no. Luego me invitó a salir.

Como si hubiera oído su señal, la madre de Irene apareció. -Chicos, ¿les importaría ir ustedes solos esta noche? Tengo un terrible dolor de  cabeza.

Irene puso los ojos en blanco, entendiendo perfectamente lo que planeaba la mente de su madre. 

-¿Va a estar bien si la dejamos sola?- preguntó Bogum. -Podemos cancelar la cena para que Irene pueda quedarse a cuidarle.

Irene se sonrojó al escuchar a Bogum decir su nombre. Recordó que Minho y él la llamaban "pequeña" cuando eran más jóvenes.  

La señora mayor agitó una mano. -Voy a estar bien, hijo.- Se acercó a Irene y le guiñó un ojo, fingiendo arreglarle el cuello de la blusa. -Ustedes dos disfruten, ¿de acuerdo?

Irene le lanzo una mirada a su madre. -Esto es incómodo, mamá.

-Dijiste que no tienes novio, ¿verdad?- susurró su mamá. Luego se volvió hacia Bogum. -¿Si te parece bien, Bogum?

HERSHE (Seulrene - Español)Where stories live. Discover now