11. Desayuno

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Seulgi echó un vistazo desde la puerta de la entrada, no podía creer que Irene ya estuviera allí.

Desde donde está parada en el pasillo, Seulgi puede ver la espalda de Irene. Subió su manga para mirar su reloj. Son apenas las 7:07 am. Se pregunta a qué hora llegó Irene.

Volvió a mirar por la puerta, observando a Irene, quien está navegando en internet. Trae puesta una blusa negra y su cabello no está atado hoy.

Seulgi suspiró. Está convencida de que podría estar haciendo esto todo el día sin queja, tan solo mirando la espalda de Irene y observandola de esta forma.

Irene se movió a la izquierda para revisar algo. Seulgi se ocultó inmediatamente detrás de la puerta, temerosa de ser atrapada espiando. 

Seulgi checó la hora. Ya son las 7:11 am. Estará muerta si Irene no la ve para las 7:15 am.

Entró lentamente por la puerta, de puntillas. Aunque sabe que sus tenis no harán ningún ruido molesto contra el piso alfombrado, sigue temiendo poder causar algo que capte la atención de Irene. La idea de estar sola con Irene hoy, la asusta de cierta forma. Le encantaría pasar tiempo con ella, pero no sabe como iniciar una conversación.

-¿Y qué crees que estás haciendo?- el tono de Irene hizo eco.

Seulgi se giró nerviosamente. -Uh... hola...

-¿No se te ocurrió que puedo oír cada movimiento que haces? Solamente estamos las dos aquí.

-Uh... sí... bueno...

-Ya son casi las 7:15, ¿cuánto tiempo planeas hacerme esperar?

-Uh... Solo tengo que dejar las cosas en mi estación.

-Que sea rápido.

-¡Si, señora!- Seulgi se apresuró a su departamento.

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El cuarto de la despensa se ve más vibrante hoy porque no hay nadie que perturbe su pequeña cita. Se decidieron por una mesa y se sentaron una frente a la otra.

-Umm, ¿qué trajiste hoy?- preguntó Seulgi, mirando curiosamente hacia la lonchera delante de ella.

-Mi mamá me preparó jajangmyeon y omelet- Irene destapó la comida.

-Wow, ¡estoy tan hambrienta ahora!- aplaudió Seulgi.

-También tengo hambre. Espero que te guste.

Seulgi pinchó un omelet con su tenedor. Enarcó una ceja tras la primera mordida. -Mmm, ¡esto está bueno! Tu mamá seguro sabe cocinar.

-¿Ves?, eso es a lo que llamas desayuno de verdad.

-¿Qué hay de ti, sabes cocinar?- preguntó Seulgi mientras seguía comiendo.

Irene tomó algo para ella también. -Un poco, pero lo encuentro cansado a veces. Nunca fui fan de los libros de recetas.

-¿Por qué?

-No sé, simplemente no lo disfruto. Es demasiado aburrido para mí.

-¿No tienes planes de cocinar para tu futuro querido esposo?.

-Bueno, podría cambiar de opinión, aún no lo sé. Pero por ahora, realmente no quiero- dijo Irene, tomando otra mordida de la comida. -Siempre me imaginé a mi misma  emparejada con alguien a quien le encante cocinar.

Seulgi detuvo abruptamente lo que sea que estaba haciendo y miró a Irene.

-¿Qué?- preguntó Irene.

-Es solo... Es solo que me encanta la comida- Seulgi continuó su desayuno. -Así que..., es fin de año este fin de semana. ¿Cuáles son tus planes?

-Nuestra rutina habitual es visitar la tumba de papá por la mañana y quedarnos en casa de mi prima para la celebración de Año Nuevo.

HERSHE (Seulrene - Español)Where stories live. Discover now