HERSHE (Seulrene - Español)

36. Sorpresa

Martes – 13 de febrero.

-¿Qué se está cocinando?

-Oh. Ya llegaste,- dijo Irene, volviéndose hacia su mamá que estaba  de pie junto a la puerta. -Compré un pollo asado para la cena. ¿Quieres comer ahora?

-Tal vez un poco más tarde después de que me cambie.- La madre estiró el cuello en un intento de ver qué es lo que mantiene ocupada a su hija. -¿Qué estás preparando?

-Solo umm... algo para mi equipo.

-¿Chocolates caseros?- preguntó su madre después de echar un vistazo a los ingredientes. -¿Para tu equipo, dijiste?

Irene asintió. -Sí.

-¿Regalo de San Valentín?

-Si algo como eso.- Irene tomó un tazón y comenzó a remover una mezcla en él. -Quiero darles algo especial.

La mujer mayor tarareó. -Me sorprende porque esta es la primera vez que haces eso.

-Es para hacer algo diferente, mamá. Necesito consentirlos de vez en cuando.

La mamá de Irene se apoyó en el marco de la puerta y cruzó los brazos sobre el pecho. -En serio. Tan solo dime quién es el chico  afortunado.

-¡Mamá!- Irene se dio la vuelta para ocultar su rostro sonrojado. -No hay ningún chico, ¿de acuerdo?

-Como sea.- Su mamá se rio entre dientes. -Solo espero que a tu equipo le encante eso.

Irene se limitó a sonreír para sí misma. Sí, espera que a Seulgi le encante.

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Miércoles – 14 de febrero.

Ya había flores en la mesa esperándola cuando Irene entró en la oficina. Algunas de ellas eran de parte de admiradores desconocidos, mientras que otros llevaban nombres escritos. 

Por supuesto, ella siempre se siente halagada al recibirlas. Pero no es suficiente para conquistarla. La verdad es que se pregunta qué siquiera podría conquistarla. 

No mucho tiempo después entraron los internos con Yeri sosteniendo un ramo en sus manos. Irene se encontró con los ojos  de Taeyong, quien la miró con una sonrisa tímida. 

Taemin entró brevemente y entregó a todas las mujeres de su equipo una rosa roja de tallo largo. Se encogió de disgusto cuando Irene bromeó que él era el que había estado esperando. Fue un día divertido porque todos estaban de humor para dar amor. Sin  embargo, Irene no puede apartar la vista del área del departamento de gráficos de vez en cuando.

Solo queda un día más. Un día más. Todo volverá a estar bien mañana. 

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Irene estaba leyendo un artículo cuando el guardia de recepción colocó una caja sobre su mesa. 

-¿Qué es eso?- preguntó ella, mirándolo.

-Para usted.- El guardia golpeó la parte superior de la caja.

-¿Para mí? ¿De quién?

-No sé.- Miró los papeles en sus manos. -Un hombre lo entregó hace un momento. Aquí dice que es de parte de "Cariño..."

Los ojos de Irene se agrandaron.

-¿Cariño?- Taemin se levantó de su silla. -¿Quién es Cariño, Irene?

Irene se encogió de hombros. -Yo... no lo sé.

El guardia señaló la caja con un golpe por última vez. -Lo dejaré aquí, ¿de acuerdo?