-como ordené - dije entrando al baño.

Me bañe con él, pero esta vez sí se portó bien, me ayudó a bañar en silencio. Salí del baño y saca algunas de las cosas que tenía en ese closet, me coloqué un pantalón negro y una camiseta de tirantes naranjas, zapatos a jugo y dejé mi cabello suelto. Mientras que Damon se colocaba un pantalón claro y una camiseta blanca, vestido así se veía más joven y por sobretodo no un empresario.

- ¿lista? - pregunto tomando las llaves.

- sí, debes invitarme a desayunar - sonrió y me tomo de la mano.

- claro - Terry nos seguiría. Nuestra primera parada sería en la empresa Damon había pedido la cita para ver al bebé y se la dieron para más tarde.

- Damon, quiero desayunar en la cafetería donde nos vimos por segunda vez - se paró justo al frente y nos bajamos.

- ¿qué quieres comer? - pregunto pidiendo un café sin azúcar para él.

- estará bien un emparedado con jugo de naranja - miró a la chica en la caja y está anoto la orden.

- ¿quieres comer aquí? - asentí. Estar allí en este lugar con él, era único. Caminamos a una de las mesas vacías con nuestras órdenes, la rubia llegó en poco tiempo.

Hablamos de tantas cosas y comimos entre risas, amaba a ese hombre y no había manera de evitar no hacerlo. Las chicas lo veían y luego a mí, como si fuese algo absurdo. Me incomodaba saber que en sus pensamientos estaba que estoy con él por dinero o que Damon se aprovecha de mí.

- no te preocupes por lo que piensan los demás Bella, estamos casado y somos padres. Y lo más importante es que yo sé que me amas y yo a ti - tomo mi mano y la beso.

- tienes razón - sonreí - he terminado.

- vamos entonces, entraras a la próxima reunión.

- ¿de qué se trata? - pregunté levantándome con él.

- quieren que construyamos un edificio sin permisos. La haremos aquí mientras que la otra empresa está en reconstrucción.

- está bien, pero no sé qué haré allí. Desconozco de todo - entramos a nuestra empresa, aún no me acostumbraba a ese término.

- no importa, solo quiero compañía - sonreí con él - te presentaré a los nuevos ingresos - las personas que ya me conocían me saludaban, algunas hablaban en susurros - subí a mi piso antiguo, el viejo puesto de JT estaba sustituido por una mujer. En toda la planta había nuevas personas.

- mucho personal nuevo - dije, este me miró y guiño su ojo. La secretaria se levantó y como si no existiera le coqueteo a Damon.

- Sr Smith, aún no han llegado los ejecutivos. Puede pasar a su oficina y firmar algunos papeles - caminamos hasta ella, en esa oficina no cambiaba nada, la mesa redonda seguía en el mismo lugar, Damon camino hasta el escritorio y ajeno del mundo se sumió en los documentos.

- esa mesa es algo cómoda, he trabajo allí varias noches con el señor Smith - levanté mi ceja - es algo diferente, me gusta su tono tan directo y autoritario - sonreí, sabía por dónde venía.

- me dan un momento - pidió Damon - me giré a la puerta y la secretaria le sonrió antes de seguirme.

- oye - dije siguiendo a la rubia hasta su escritorio - ¿cuál es tu nombre?

- Rosy- respondió contoneando su cintura.

- bien Rosy, te haré una pregunta - dos de mis antiguas compañeras nos miraban - ¿que ves cuando te muestro mi mano? - dije mostrando la mano con el juego de anillos.

- un anillo probablemente Tiffany's de uno ocho mil dólares - se burló y sentó.

- te equivocas, costo veinte mil dólares y el otro aro, costó un poco más - su cara era un poema.

- que suerte.

- sí, ahora ¿sabes cuál es mi nombre? - negó - soy Bella Smith - sus ojos se abrieron como plato.

- ¿la esposa de Damon?

- sí, la esposa del señor Smith, la madre de su hija y del que viene en camino - sonreí - ahora, me gustaría que sea un poco más cuidado de tus comentarios y dejes el coqueteó, Damon no es nada agradable - mi esposo salió de la oficina y se acercó a nosotras.

- ¿sucede algo? - pregunto.

- no, solo estaba mostrándole a Rosy, el juego de anillos - lo miré y sonreí - tenía curiosidad por ellos.

- vale - sabía que dudaba - bien, vamos a la sala de juntas.

- hasta pronto Rosy.

- hasta pronto señora Smith - le di la espalda y caminé junto a Damon.

- ¿qué sucedió Bella? - pregunto mi esposo abriendo la puerta de la sala de juntas.

- no me gustaba como coqueteaba contigo y Damon, no quiero que trabajes hasta tarde con ella y menos en tu oficina - este sonrió.

- ¿en serio? - volvió a sonreír.

- lo digo en serio, menos en la mesa - volvió a sonreír.

- vamos cariño, no te preocupes solo tengo los ojos puesto solo en una mujer.

- más te vale - me senté junto a él.

- sé que no pregunto por el anillo, tú se lo mostraste - le sonreí.

- ¿cuánto cuestan? - este me miró y tomo aire.

- tienes cincuenta mil dólares en tus manos - di un grito ahogado.

- ¡¿que?! es demasiado dinero.

- nada es demasiado para ti, ahora deja de preocuparte por el dinero que uso o gasto.

Antes que pudiera decir algo la puerta se abrió dejando pasar a varios hombres vestidos de trajes, era una reunión formal y Damon se había vestido como un joven estudiante. Algunos saludaron sentándose alrededor de la mesa. Era tan aburrido lo que hablaban que me sentía en un juego de ajedrez.

- entonces ¿nos construirás el edificio?

- la verdad no, somos muy responsable. Mira ese lugar no está apto para construir, la tierra es humedad y cualquiera construcción se caerá - respondió Damon.

- ¿que me ofreces?

- puedo ubicar un terreno sólido, un poco más pequeño dónde el edificio sea seguro, tardará un poco más de lo que pedías, pero es lo correcto.

- Damon, Damon Smith. Todos hablaban de tu limpio trabajo, confiaré en ti y perderé una venta importante.

- mi nombre siempre estará en alto sin importar qué - el hombre nos miró a ambos.

- disculpa ¿es tu esposa cierta?

- si claro - respondió Damon.

- es tan joven y bonita, me case joven y he Sido feliz - era un hombre mayor - no les quitaré más tiempo, nos veremos pronto - extendió su mano para mí y luego a Damon.

- me gusta saber que te buscan por lo ejemplar que es tu trabajo - le dije a mi esposo al ver los hombres irse.

- a mí también - me besó - ahora vamos a ver a nuestro hijo.

- vamos.

#PGP2022 Ni tan bella Ni tan bestiaWhere stories live. Discover now