The Only Exception // Adaptación Emiliaco

28

*Mañana siguiente.*

Abro los ojos y apago el despertador. Miro a mi alrededor dándome cuenta que estoy sólo, ¿y Emilio?

Me levanto, me tallo los ojos, y me pongo de pié, salgo de mi habitación y camino hasta la cocina, dónde lo encuentro, con un bufet, ¿cómo ha preparado todo ésto?

- Wow. – Murmuro. Emilio alza la mirada y me sonríe.

- Buen día amor. – Me dice, se me acerca y se inclina para besarme, pero yo hecho la cabeza hacía atrás.

- No me he lavado los dientes. – Le digo, él frunce el ceño y sonríe.

- Me vale un carajo. – Me dice, me coge de la barbilla y me besa dulcemente.

- ¿Porqué todo éste banquete? – Pregunto, mientras cojo un pedazo de fruta picada y me la llevo a los labios.

- Te quería preparar el desayuno... - Me dice y besa mi mejilla. Sonrío. 

Anoche cuándo llegamos al apartamento nos pusimos la pijama - bueno yo me puse el pijama, Emilio  sólo se quedó en boxers y nos metimos a mi cama para quedarnos dormidos de cucharita.

- Es temprano... - Le digo y me siento en un taburete.

- Son las 7:10, no es tan temprano. – Me dice y pone un vaso de jugo delante de mí, le sonrío.

- Gracias. Para mí si es temprano, ¿a qué hora te levantas?

- Normalmente a las 6 ó sé, antes. Estaba pensando que hoy podríamos faltar...

- No, Emilio...

- Por favor, solecito. Ésta semana no nos hemos visto tanto.

- Emilio, ya te dije que tengo clase de Literatura.

- Pero ya pasaron entregas, no es tan importante...

- No lo sé...

- Pero bebé tu asistencia y puntaje es perfecto.

- Emilio, hoy no puedo. – Emilio hace puchero y yo lo miro, suspirando. – Vale, que se vaya a la mierda el profesor. –Murmuro, sonríe y me abraza dejándome sin aire.

- Gracias.

- Ya, ya, suéltame que me muero... - Le digo y él ríe, apartándose. – ¿Para qué quieres que faltemos?

- Ah, porque quiero presentarte a mi mamá y a mi hermana.

- ¿E-enserio?

- Sí. – Me dice y me besa.

Nos separamos y él se sienta a mi lado, comenzando a desayunar tranquilamemte, mientras me cuenta algunas cosas sobre su familia. Creo que es la primera vez que hablamos de su familia, Emilio no es de hablar mucho de él, si aunque suena imposible de creer, Emilio es muy recatado sobre su vida.

- ¡Joaquín! Más te vale estar despierto... - Oigo la alegre voz de  Eduardo y todo mi cuerpo se tensa. Mierda. – ¿Estás despier-...¿Qué carajos hace éste imbécil aquí? – Gruñe frunciendo el ceño.

Nikolás entra a la cocina con una sonrisa, pero cuándo vé la escena se para en seco y su sonrisa se borra.

- Eduardo tranquilízate. – Le dice Niko, Emilio lo mira y se levanta.

- Un hola no estaría mal. – Le dice Emilio.

- Emilio cierra el hocico. – Le gruñe Nikolás.

- Quieres que te golpee ¿cierto? - Gruñe Eduardo y se acerca peligrosamente a Emilio.