*Narra Joaquín.*Emilio envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y se pega más a mi espalda, hundiendo su nariz en mi cuello, sonrío.
- ¿Qué?
- Ugh, ¿no puedo abrazar a mi novio acaso?
- Sí, si puedes, pero estás muy pegajoso. – Digo y río.
- No te he visto en todo el día, solecito.
- Ay ya... - Susurro, y no puedo evitar reír. Son casi las 9 de la noche y recién nos estamos viendo. Uff, todo el día me la he pasado haciendo tareas y una investigación sobre un libro, claro que amo leer, pero ésta investigación no es sólo leer, no, es investigar sobre el escritor, el libro, el tema, el porqué y muchas cosas más, mi cerebro casi se sale de mi cabeza.
Emilio hunde su cara en el hueco de mi cuello y empieza a besarlo, mi cuerpo sufre un evidente escalofrío y muerdo el interior de mi mejilla avergonzado. La sensación de tener los labios de Emilio Osorio en tu cuello es indescriptible. Siento cositas por todo mi cuerpo.
- ¿Tienes frío? – Me pregunta, rozando su nariz en mi cuello. Tomo aire.
- No. – Susurro, aunque suena más cómo un jadeo. Bueno la palabra no es darme cositas...es...Ugh, excitarme supongo. Me excita cuándo besa ó chupa mi cuello. Joder, hasta me sonrojo con sólo pensarlo.
- ¡Hola, bienvenido a Starbucks! ¿Qué van a ordenar?
- Hola un berries refreshers, y un frappé mango maracuyá, altos. – Respondo, sacando mi billetera.
- Vale, ¿nombre?
- Joaquín. – Respondo, meto mi mano para sacar mi billetera.
- No bebé, yo pago. – Me dice Emilio y le brinda su tarjeta a la chica que le sonríe, salimos de la fila y nos sentamos en una mesa para esperar que nos llamen.
- Ven, siéntate en mis piernas... - Dice Emilio haciendo un puchero, sonrío y le hago caso. – Odio que tengas tanta tarea...
- Yo también lo odio, pero es mi carrera, no puedo hacer nada. – Susurro y rozo mi nariz contra su cuello.
- Ugh, pues cámbiate de carrera.
- Oh si, por tí lo haré. – Digo riendo, arruga la nariz y aprieta mi cintura. – En 2 meses te gradúas...
- Sí.
- ¿Ya has buscado algún bufete para entrar de asistente ó algo?
- Mi padre quiere que vaya de asistente en su bufete.
- Uhm, ¿y no quieres?
- Quiero que mi futuro esposo me mantenga. – Dice haciendo un puchero, arqueo una ceja y río.
- Ah sí, aja, yo te voy a mantener.
- Sí, y yo te pagaré con sexo, ambos ganamos ¿no?
- El único que gana eres tú.
- Es cierto. – Dice y besa mi cuello, suspiro.
- Enserio Emi, ¿Dónde vas a hacer la pasantía?
- En el bufete de mi papá.
- Bueno, tú te gradúas en 2 meses y a mí aún me faltan 3 años. Oh que horrible.
- Pues deja de estudiar y yo te mantengo. Y me pagas con sexo. ¿Te gusta más esa idea?
- Lo pensaré. – Le digo y suelto una risita.
- Lo digo enserio.
- No, no Emilio, quiero ser exitoso, no que me mantengas, no seas idiota. – Le gruño y le muerdo el cuello.
YOU ARE READING
The Only Exception // Adaptación Emiliaco
FanfictionSiempre hay excepciones en la vida. Adaptación autorizada Todos los créditos son de su autora original @_imalioness. Gracias por darme permiso de adaptarla. También los créditos de la portada y separador son de mi amiga @EMIJOALOVE. Haces arte.