Siempre hay excepciones en la vida.
Adaptación autorizada
Todos los créditos son de su autora original @_imalioness. Gracias por darme permiso de adaptarla.
También los créditos de la portada y separador son de mi amiga @EMIJOALOVE. Haces arte.
- Renata ya hemos hablado de eso, quiero que mejores tus notas...
Emilio entra de nuevo y gracias a Ren y que quiere un celular nuevo me salvo de una vergonzosa conversación con mi madre.
- ¿Algo importante?
- No bebé, después te cuento. – Me dice y yo asiento.
Las gemelas bajan de nuevo, se despiden de mamá y de mis hermanas. Emilio se despide y mi madre nos acompaña hasta la puerta, emilio se las abre y ayuda a subir a las gemelas, les pone el cinturón y cierra la puerta de su Cadillac, me mira y yo giro para despedirme de mi mamá.
- ¿Están saliendo? – La pregunta me la dispara apenas me giro, suspiro. No me salvé de las preguntas.
- No, mamá.
- Pero tienen sexo.
- Mamá...
- Joaco cariño, responde.
- ...Si.
- ¿Y porqué no me habías dicho nada?
- Mamá, soy un chico, no se supone que te diga que me gusta que otro chico me toque.
- Pero, mi vida, ya hemos superado eso, sabes que no tengo nada en contra en que te gusten los chicos, y es lógico que en algún momento ibas a tener relaciones, pero quiero que confíes en mí. Eres mi hijo y quiero estar siempre para tí.
- Mamá... - Susurro y los ojos se me cristalizan, me pega hacía ella y me abraza.
- Sólo confía en mí, Joaco. – La abrazo y asiento.
- Está bien mamá, hablaremos de ésto cuándo traiga a las gemelas del parque de diversiones.
- Muy bien, cariño.
- Mami...¿qué te parece Emilio?
- Me parece un chico encantador, muy dulce y que está nervioso porque no sabe lo que te estoy diciendo. – Dice y ríe, miro sobre mi hombro y Emilio está mirando hacía nosotros, sonrío.
- Nos vemos en la noche, mami.
- Adiós cariño. – Dice, nos damos un último abrazo.
Me doy media vuelta y me encamino al auto, Emilio me abre la puerta y subo, sube y empieza a conducir.
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*7:30 pm.*
Emilio estaciona el auto frente a la casa de mi mamá. Ha sido el día más agotador de toda mi vida, las gemelas han estado más hiperactivas de lo normal, y sumando que Emilio parecía un niño, los 3 se subieron a todos los juego y los que eran para ganar premios, él los jugó todos, y todo lo que ganaba se lo daba a las gemelas, excepto un peluche con forma de stitch, que me lo dió a mí. Después que querían algodón, y manzanas dulces, y churros, y palomitas....no sé a dónde les entró tanta chuchería. En sí, nunca me han gustado los parques de diversiones, es que siempre hay tanta gente, prefiero estar tranquilo y sólo, leyendo un libro, a que me empujen y ver a niños gritando y corriendo por todos lados. Son muy estresantes.
Emilio baja y le ayuda a bajar todo a las gemelas, bajo del auto y Emilio me dá la mano. Toco la puerta mientras las gemelas le dicen a Emilio que quieren que venga más seguido para que jueguen a las muñecas, y mi cerebro está por colapsar. Nunca, nunca quiero tener hijos, es muy difícil.
Mamá abre la puerta, las gemelas la saludan y luego entran corriendo a enseñarles a Ren y Andy todo lo que Emilio ganó para ellas.
- Pasen. – Dice mi madre, suspiro largamente, seguro me vá a hacer las preguntas. Satán, llévame de una vez. Entramos y mamá nos ofrece té, caminamos hasta la cocina porque en la sala están las chicas, y cuándo llegamos a ésta nos sentamos en la mesa.
- Y ahora sí podremos hablar claro.... – Dice dejando las tazas de té frente a nosotros. Ésto será tan vergonzoso. –Entonces, no son novios...
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