EPÍLOGO Parte I

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Alex
Estoy desesperado, hace unos minutos todo marchaba bien, Cam estaba a punto de dar a luz a nuestro bebé, yo permanecía a su lado tomando su mano, cuando por fin mi bebé nació, yo estaba tan eufórico, que no me di cuenta de que algo sucedía, hasta que sentí como su mano se escapaba de la mía, la tomé de nuevo, pero estaba flácida, no sujetaba la mía, como minutos atrás lo hacía, miré a mi alrededor y vi la preocupación dibujada en los rostros de médicos y enfermeras. No alcancé a preguntar, cuando ya me estaban sacando de la sala, mientras salía miré el rostro pálido y desencajado de mi esposa, parecía estar inconsciente. Me empujaron hasta que quedé fuera, en el pasillo, y alguien me condujo más allá, mientras yo caminaba hacia el exterior por ese largo pasillo, podía escuchar consternado, el llanto de mi bebé que cada vez se oía más lejano.

En la sala de espera vi como las sonrisas de quienes me esperaban se desvanecieron al ver mi rostro de preocupación, lo peor era que no sabía que decirles cuando me preguntaron, porque no tenía ni idea de que era lo que había sucedido.

Habíamos esperado con tanto anhelo este momento, mi familia estaba tan feliz, al igual que mis amigos.

En este momento nos acompañan mis padres, mis tíos, y José y Lea.

En estos tres años, después de mi matrimonio con Cam, las cosas no han sido fáciles, hemos sorteado algunas dificultades, pero seguimos adelante y somos muy dichosos, en este momento me encuentro en un periodo de calma y felicidad, hasta este momento por supuesto.

No lo entiendo todo iba tan bien, pero ahora todo es un caos y yo estoy perdido, sé que no podría, sobrevivir si algo le pasara a mi esposa y a mi hijo. Es lo único seguro que tengo. Con mis padres no es que me lleve mal, hemos hablado hay comunicación, nos visitan y muy de vez en cuando nosotros hemos estado en su casa, ya no la siento mía, ni puedo tener la confianza que tenía antes, todo eso se rompió, jamás podré verlos como los veía antes y eso no quiere decir que no los quiero o que no los respeto.

Con mis tíos es diferente, ellos son más abiertos conmigo, me demuestran su cariño sin condición y yo la verdad me siento más en confianza con ellos, con mis padres siento que el pasado sigue pesando y mucho, y más ahora que Cam y yo formamos un hogar.

Yo no lo sabía, pero la historia se volvió a repetir en nuestras vidas y ruego porque hasta aquí llegué esa terrible maldición, como yo la llamo porque considero que eso es, y pondré todo de mi parte porque aquí termine.

El día que Cam y yo les dijimos a mis tíos que esperábamos un bebé en lugar de alegrarse, de primer momento se pusieron serios y no lo entendí.

_ ¿Ya se lo contaste a tus padres? - me dijo mi tío.

_ Aún no. - dije.

_ Deberían hacerlo. - me dijo mi tía seria, sobre todo tú. Pasó su brazo por mis hombros. Si quieres nosotros los acompañamos.

Me pareció raro, pero lo comprendí cuando volamos de Estados Unidos que es donde vivimos ahora, hasta donde ellos viven. Mis tíos insistieron en que lo hiciéramos en persona, y lo hicimos, nuestro pequeño Samuel se quedó con su tía Lea y su tío José, como los llama, ellos aún viven en la misma pequeña ciudad de dónde yo soy originario, Lea quiso quedarse ahí con él y lo apoyó con su negocio que creció con rapidez bajo su dirección, con el tiempo José y yo empezamos a trabajar juntos en otros proyectos, ahora somos socios de nuevo y somos imparables, quienes se ostentaban como las familias más ricas de la región, incluyendo a mis padres, quedaron atrás por mucho, ahora él y yo nos llevamos ese título, la gente nos reconoce y nos respeta, hemos provisto de innumerables fuentes de trabajo y la región ha prosperado a pasos agigantados, lo que no sucedía antes.

Esa tarde que nos presentamos ante mis padres sentí un escalofrío al nada más cruzar la puerta, aún estaban en mi memoria todos los acontecimientos sucedidos ahí después de que cayera sobre mi aquella acusación.

Y aunque mis padres nos recibieron con alegría y nos trataron de maravilla, no podré olvidar la cara que pusieron cuando les comunicamos la razón de nuestra visita.

_ Hijo, dijo mi padre, pensé que nunca te iba a poder decir esto, pero ahora que vas, a ser padre quizás entiendas. Vi como mi madre de inmediato se retrajo, tal como lo había hecho cada vez que mi padre trató en el pasado, el asunto de mi procedencia o el asunto de mi acusación. _ se trata de tu nacimiento.

_ Eso ya quedó claro para mí. - intenté ponerme de pie, no me gustaba el giro que estaban tomando las cosas y por el bien de todos no quería que fuera a ofender de ninguna forma a Cam a Samuel o a nuestro bebé.

_ Por favor escucha lo que tú padre tiene que decirte. - fue mi tío quien me detuvo.

Con reserva volví a mi lugar.

_ Cuando tú madre quedó embarazada de ti...

_ Todo eso ya lo sé. - lo interrumpí exasperado. _ sé que no soy tu hijo, sé que mi padre fue un pervertido que lastimó a mi madre, no entiendo por qué volver a sacar eso en este preciso momento. Nosotros. - tomé la nano de Cam entre las mías. _ solo queremos hacerlos partícipes de nuestra felicidad por la llegada de nuestro bebé.

_ Ese es el punto. - dijo. _ que vas a ser padre y no solo de tu pequeño, si no que ya tienes otra responsabilidad, son dos vidas, dos hermosas vidas que dependen en gran manera de ti, de cómo los eduquen, principal mente tú, porque no la tienes fácil, la sangre de un mal hombre corre por las venas de ustedes y de tu descendencia. Sé que es una responsabilidad enorme y creo que sabrás hacerlo bien, pero para ello necesitas saber lo que te tengo que decir.

Me quedé callado, no entendía, pero tenía que escucharlo.

_ Tu padre biológico se llamaba Roberto y cuando embarazó a tu madre, había otra mujer que ya esperaba otro hijo suyo.

Me quedé desconcertado, tenía un hermano y nunca lo había sabido. Mi padre continuó.

_ En ese entonces ella era su pareja y no tenía idea del tipo de hombre que era él, ella lo amaba y nunca vio venir lo de tu madre. El solo se aprovechó porque quien verdaderamente le importaba era mi esposa.

Escuché un sollozo y no era de mi madre, vi como mi tía se derrumbaba, y como mi tío ya estába a su lado abrazándola y consolándola.

AVISO:
En el transcurso del día subiré la segunda y última parte del epílogo. Espero que les guste.

¡NO FUI YO!Where stories live. Discover now