CAPITULO 16 SOLO QUIERO HABLAR

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Camila
La suite principal del hotel se ha vuelto a ocupar y me han asignado a mí. Me advirtieron que él huésped casi no sale, así que es probable que tenga que hacer mi trabajo con el presente, lo que me pone nerviosa, pero mi jefe me aseguro que no habrá ningún problema y si lo hubiera. El estará atento por si necesito ayuda. Él sabe lo que me sucedió y me tiene paciencia.

Estoy parada frente a la puerta, he llamado en varias ocasiones, pero no obtengo respuesta, así que decidí entrar, con suerte no haya nadie.

Cuando entro me doy cuenta que mi suerte me abandonó, se oye la ducha, por lo que me apresuro a hacer mi trabajo para salir lo más rápido posible.

Estoy tan concentrada tratando de terminar rápido y hacerlo bien que no me doy cuenta de que la ducha ya no se escucha y pego un gritó cuando siento a alguien junto a mí.

Es él, Alex, está vestido, pero aun descalzo, su pelo está húmedo y me mira serio.

Mi primer impulso es salir corriendo, pero él me detiene por el brazo.

_ ¡Suéltame! - intento zafarme, pero él no afloja su agarre, lo golpeó y lucho contra él, pero no logro nada.

_ Solo quiero hablar. - escucho que me dice entre el forcejeo. _ por favor solo escúchame.

Yo no dejo de luchar, estoy entrando en pánico, no sé cómo caemos a la cama y lo siento encima de mí.

Empiezo a gritar, pero el cubre mi boca con su mano, mientras me somete con su cuerpo.

No quiero, no otra vez, estoy asustada, sigo luchando, pero las fuerzas me empiezan a fallar, es entonces, cuando ya no tengo fuerzas, que me doy cuenta de que, si yo no presento batalla, él no va más allá, su cuerpo me aprisiona, pero no se mueve, solo me abraza y me repite que no me hará daño, yo estoy casi desfallecida

_ Por favor. Solo quiero hablar. - lo escucho decir. _ solo hablaremos, no te haré daño, no te tocaré, te lo prometo.

Yo asiento, aunque ha quitado su mano de mi boca, no puedo pronunciar palabra, estoy tan asustada y tan aturdida. A pesar de que hemos forcejeado, de que su cuerpo ha estado sobre el mío, me doy cuenta de que no se sintió como un ataque, su cercanía no me da asco, por el contrario, mi cuerpo responde al de él y me angustio más, no sé que me está pasando, no entiendo nada. Debería de odiarlo, debería de rechazarlo, pero no puedo, por el contrario, le estoy dando una oportunidad, aunque no sé qué sea lo que tiene que decirme, de qué manera se va a justificar ahora, aunque quisiera no puede negar lo obvio, mi hijo es su hijo, lleva sus genes, cuando sus padres lo vieron por primera vez quedaron en shock, incluso lloraron, y cuando me mostraron varias fotografías de Alex cuando era pequeño, lo entendí, eran idénticos, ¿cómo puede negar eso?

Alex
Una vez que ella se calma, empiezo a aflojar mi agarre poco a poco y de la misma manera me retiro de ella, aunque sigo en alerta por si me está mintiendo y quiere escapar, mi primer impulso es cerrar la puerta con llave, pero lo descarto, la asustaría aún más y es lo último que quiero.

Fui un idiota, se asustó y lo peor es que fuimos a dar a la cama, me imagino lo que ha de haber pensado, pero doy gracias que a pesar de todo se calmó y me está dando la oportunidad de hablar. No la desaprovecharé.

_ Sería en vano repetirte una vez más que no fui yo quien te atacó. - dije una vez que estuvo más tranquila y sentada en el sofá, con una taza de té en la mano. _ sé que no me creerías, como no me has creído hasta ahora, por eso quiero que veas esto. - le extiendo un álbum familiar algo viejo.

Ella lo toma y empieza a ojearlo. Yo miró su rostro y veo como queda en shock a medida que avanza.

La observo, la verdad es que no sé qué esperar, no soportaría ver de nuevo la ira hacia mi reflejada en su hermoso rostro, o el temor, sé que suena patético, pero hace unos momentos, cuando luchaba con ella sobre la cama, me di cuenta de que no puedo dejarla ir, de que la amo como la amé desde la primera vez que la vi, entonces no sabía que era amor, pero ahora lo sé y mis sentimientos siguen intactos.

Desearía saber que cuando menos tengo una oportunidad con ella, solo una y la aprovecharía.

Un sollozo de su parte me saca de mis fantasías, me acerco a ella, me acomodo a su lado y dejo aparte mis ilusos pensamientos

_ No lo entiendo. - dice, y me abraza.

_ Te lo explicaré. - la rodeó con mis brazos y guardo silencio esperando a que ella se calme, para proceder a contarle.

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Camila
Es tarde he terminado mi turno en el hotel, voy rumbo a mi casa y no sé por qué me siento vigilada, miro a mi alrededor y no veo a nadie, y no sé si eso me da paz o más temor, si algo sucediera, no habría nadie a quien pedirle ayuda.

Apresuro el paso y por fin llego, doy gracias a Dios y entro con rapidez, mi padre ya está ahí, su semblante es otro, sé que es porque mi madre ahora tiene esperanzas, su recuperación es lenta pero segura, aún tenemos que regresar para continuar con su tratamiento, pero tiene periodos de descanso entre tratamiento y tratamiento, ella también está más animada y luce mejor, mientras que mi pequeño corre y me abraza ajeno a todo lo malo que sucede a su alrededor.

Desearía tanto poder tener a alguien con quién desahogarme, alguien en quien poder confiar y sentirme apoyada, pero desde que ese hombre me atacó, me alejé de todos y todos se alejaron de mí, ni siquiera sé que sucedió primero. La situación es que me encuentro tan sola. Mi mundo se resume a mis padres, a mi hijo y a mi jefe en el hotel, de ahí en más, mis relaciones se basan únicamente en el trato mínimo que mi trabajo requiera.

Por cierto, mañana empiezo de nuevo a darle mantenimiento a la casa de Alex, aunque él no esté la mayor parte del tiempo y su esposa e hija no vivan por lo pronto ahí. En ese trato quedamos el día de hoy.

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Camila
Es el cuarto día en el que estoy en esta casa haciendo labores de limpieza, aunque todo está limpio y en orden, es por eso que cocino y le dejo lista la cena a Alex antes de irme, no quiero que me pague por no hacer nada.

Hoy en especial me siento nerviosa. Sigo teniendo la sensación de que alguien me vigila, pero es mi paranoia, realmente no hay nadie.

Hace un momento marcó Alex a la casa, dijo que lo esperara, pero ya me estoy desesperando, empieza a oscurecer y me da terror salir de noche,

Espero unos minutos más y decido marcharme. Tomo mi bolso y mi saco, luego apago la luz y justo cuando voy a abrir la puerta, ésta se abre.

Con alivio veo que es Alex, por fin llega, lo saludo con una sonrisa, pero él se queda parado muy serio y con una mirada que no reconozco.

¡NO FUI YO!Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin