CAPÍTULO 14 ATAQUE

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Camila
Estoy asustada, se ha formado una turba impresionante, me aterra lo que pueda pasar, quieren darle muerte a Alex y a pesar de lo que intentó nuevamente, sigo sin poder creerlo, además mi corazón se resiste a qué le hagan daño, sin embargo ahora no tengo duda, no solo fui yo quien lo vio y lo identificó, ahora hubo varios testigos.

En estos momentos estoy en el hospital, ese pervertido no logró su cometido, pero me golpeó y desgarró mi ropa. Como el cobarde que es, me abordo en una calle solitaria y vacía cuando me dirigía a mi casa, es muy grande y muy fuerte, me hubiera sometido con facilidad aun cuando yo luchara, pero inexplicablemente, cuando me tenía sometida me arrastró hacia unas calles más adelante, cerca de donde mis vecinos tenían una fiesta, desde ahí ellos podían verme perfectamente y mis gritos llegaron hasta ellos. Por supuesto que corrieron en mi ayuda, aunque él escapó, no sin antes decirme que de la casa de sus padres no lograrían sacarlo, que ellos lo defenderían como la vez anterior. Cuando les dije esto, la gente se enardeció y se dirigieron hacia allá. Ahora estoy tan angustiada, temo que suceda una desgracia, y, sobre todo, temo por los padres de él, don Ramiro aún está delicado de salud. Además, se han portado tan bien conmigo y con mi pequeño.

Mi padre me hace compañía, y una de mis vecinas se quedó con mi madre y Samuel mi hijo, ella sola no podría, está demasiado débil aún, y aunque afuera se armó un alboroto, ella no supo lo que sucedía, cree que me quedé horas extras en el hotel, a veces lo hago y lo del alboroto le dijeron que los de la fiesta se habían peleado, ella lo creyó, porque se quedó tranquila, gracias a Dios.

Yo me siento adolorida y aturdida, ese demente me golpeó con fuerza, y aunque volví a escuchar su voz y olía a él, sucedió algo raro, no lo sentí como él, las pocas veces que él me ha tocado una corriente eléctrica cruza por mi cuerpo y ahora fue asco lo que me provocó su toque, su sola presencia, nada que ver con lo que he sentido ahora que regresó, es como si se tratara de otra persona totalmente diferente, pero no puede ser porque lo vi, en la penumbra, pero era él. Yo creo que me estoy volviendo loca, o será el medicamento que me dieron.

Alex
Estoy en una ciudad cercana, no quise salir del país, no puedo seguir huyendo, menos ahora que me vuelven a acusar, voy a averiguar que está sucediendo y voy a limpiar mi nombre.

Ya José se encargó de hacerme saber que no les hicieron daño a mis padres, están bien, el asunto era conmigo, no con ellos y cuando vieron que efectivamente no me encontraba ahí se marcharon, muy molestos, pero se marcharon.

Mi auto quedó destruido totalmente, pero no me importa, eso no es nada comparado con alguna vida que se hubiera perdido, los que me preocupan son mis padres, aunque ahora pase lo que pase, no los considero más como tales, porque dejaron muy clara su posición respecto a mí y mi familia, ya no es cuestión de si lo hicieron porque me creen culpable y me consideran un monstruo, se trata de que no creyeron en mí, de que ni siquiera me dieron la oportunidad de defenderme y me dieron la espalda, aceptaron mi ayuda porque sin ella se les venía el negocio abajo, pero no me aceptaron a mí, y aún si hubiese sido culpable, pagué por lo que se supone que hice, y ni aun así merecí su perdón, cuando toda mi vida viví escuchando a mi padre hablar de que todos merecemos una segunda oportunidad y yo personalmente lo vi dársela a tanta gente, ¿porque a mí no? Ya sé, me lo dijo, porque mi madre paso por lo mismo que Camila, pero, no fui yo y al parecer aún esa culpa me la echó a mí, para él, yo represento a cada uno de esos hombres sin alma y sin escrúpulos, pero repito, no fui yo.

Sé que de nuevo fue a dar al hospital, y por desgracia no puedo estar con él, en primer lugar, porque no me quiere ver y lo alteraría más, y en segundo lugar, porque ahora soy yo, quien ya no quiere verlo y no porque no lo ame, o no quiera estar a su lado, a pesar de todo lo que he dicho y lo que siento, fue mi padre y me dio más de lo que merecía porque no era su hijo, y jamás me dejó sentir que no lo era, hasta ahora, aun así, yo no sé lo pedí y me parece injusto que me lo eche en cara, de cualquier forma, aunque nuestra relación se rompió, si me lo permite, o me lo pide lo ayudaré en lo que pueda, se lo debo.

Quién también me preocupa sobre manera es Camila, y aunque volvió a decir que fui yo, sé que por algo lo dice, no puede estar inventándose esas cosas, no es de ella él hacerlo, lo cierto es que ha sido atacada en dos ocasiones y por lo visto alguien está muy interesado en que crean que soy yo, desde el día en el que conocí a su pequeño, una idea me ha estado rondando en la cabeza, me parece muy descabellada e imposible, pero ahora con esto me está pareciendo más posible.

Por lo pronto permaneceremos aquí, he decidido que Lea y Sophie regresen a una de nuestras casas en Estados Unidos, quizás al rancho, al lado de mis tíos, aquí no están seguras, cuando las traje, no pensé que algo como esto podría suceder, ella me confió su deseo de quedarse a mi lado, pero al final ambos coincidimos en que es por el bien de Sophie, no tiene caso arriesgarla, si las cosas se arreglan quizás podamos regresar, a ella le encantó el lugar y sobre todo la gente, en especial un chófer que la hace sonreír a menudo.

¡NO FUI YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora