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—¿Estás qué?

—Lo siento mucho, Taehyung, te juro que sí me cuidaba, no sé qué ha pasado —se abrazo asimisma mientras lloraba con desolación.

—Mierda —se dejó caer en el asiento del departamento tratando de procesar lo ocurrido— Mierda —murmuró otra vez.

—No quiero tener este niño, aún no saco mis estudios y estoy segura que no quieres más líos en tu vida —hizo una mueca.

—Escucha, puedo ser muchas cosas, pero me hago responsable y esto es cosa de ambos, y la decisión que tomes, la voy a respetar.

—¿No estás molesto?

—Claro que no, quiero decir, esto es de ambos... supongo.

—Gracias, Taehyung.

—Ven aquí —tanteó el sofá y la rubia se sentó a su lado, luego el pelinegro tomo su mano y la palmeó con delicadeza—. Todo estará bien.

—Ya sé que quieres a otra persona, pero te pido que tampoco juegues conmigo, ¿bien?

—Este cambio de tema es demasiado extraño —bufó.

—Min Yoongi, es hermano de Hanjin, ¿no?

—¿Tú cómo sabes eso? —arrugó el ceño.

—Los rumores se expanden rápido —se agitó de hombros.

—Para ser sincero, no entiendo tu punto.

—Entiendo que te guste, él es lindo, solamente no juegues con nosotros, Hanjin es peligroso, incluso más de lo que crees.

Taehyung se quedó pensando en cómo ella sabía esa información tan delicada y, que la comentaba con tanta libertad. ¿Acaso había contratado a algún investigador? No, no cree, se hubiera dado cuenta de algo, pero esta semana estuvo muy distraído.

—Encontré a Yoongi hablar con alguien igual a él, y fui a preguntar después, al otro chico, soy imprudente, lo sé y lo siento —arrugó la camisura de la boca.

—¡Eres una...

—¡¿Una qué?!

—Tonta, eso es lo que eres —resopló.

—¡Taehyung!

—Mina, sea lo que sea sobre lo que tengas dudas, jamás, jamás —recalcó—. Te metas en mis asuntos, menos con ellos.

—Entendería si me dijeras algo.

Resopló y se levantó.

—Si vas a insistir con esa estupidez, es mejor que me vaya. Medita, y la decisión que tomes sobre ello, la voy a respetar.

—¡Espera! No te vayas, lo siento, no quise inmiscuirme, es solo que tengo inseguridad, no quiero que me dejes.

Sin mucho que responder ante ello, tomó las llaves de su auto y se fue.

¿Un hijo? Era demasiada responsabilidad y no tenía tiempo para eso, pero no iba a desaparecer, no iba a tratar de ser como su padre el cual casi nunca veía, nada de eso. Y luego sus pensamientos llegaban a Yoongi, ¿cómo le iba a explicar sin arruinar aún más las cosas? Era un completo imbécil que no sabía tomar buenas decisiones.

Además, tenía que lidiar el problema en el que Mina se había involucrado. Estúpida.

Pisó el freno en un semáforo en rojo y dejó su cabeza en el manubrio. Quizás debería pensar en irse muy lejos y evitar todo problema delante de sus ojos.

Una motocicleta se estacionó a un lado, miro hacia la ventana de Taehyung y sacó la sub-ametralladora, la cuál cargó, apuntó y comenzó a disparar sin piedad una gran cantidad de balas por segundo. Una rozó el brazo izquierdo del pelinegro, y otra cerca de una costilla, pero fue su ágil sentido, el que logró evitar su fulminante muerte.

Mundos Cambiados 〰️ Taegi ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora