Eternos • SoonHoon

That it's not ever gonna change and you're forever gonna stay

El ruido de las máquinas llenaban la habitación blanca, el olor a cloro llenaba su nariz hasta el punto de poderlo marear su mirada estaba fija en el suelo limpio mientras en su cabeza aún podía ver como Jihoon se venía abajo en sus brazos aún llorando por el amor que se le murió.

—¿No deberíamos hablarle a su amigo?—SeokMin estaba en la puerta de la habitación con su uniforme de enfermero.—pienso que más que nunca el nos necesita.

—Poco a poco esta drenando su dolor y si necesitará de todos nosotros, pero solo si él quiere no podemos obligar a sanar tan rápido.—JiHu posaba su mirada en Jihoon aún dormido.—recordemos que el miro morir al amor de su vida.

Estando inconsciente Jihoon podía realmente descansar, en aquel estado nada le dolía ni siquiera extrañaba a Soonyoung por estando así podía sentirlo más que nunca, como si jamás lo hubiera dejado vacío y sin expectativas sobre un futuro.

Estando desconectado de todo casi podía jurar que lo miraba aún caminando hacia él mientras le decía que lo amaba, la primera y única vez que se lo dijo, su sonrisa seguía siendo las más bonita para Jihoon, en ese lugar donde nada dolía Soonyoung llegaba a su lado para pasar la última tarde juntos, y aunque sólo fuera un reflejo de la mente de Jihoon para protegerlo se sentía tan real.

Ahí estaba el chico rubio a su lado, su aroma estaba por todas partes, el tacto de su piel era justo como la recordaba, suave y acariciable, sus ojos brillaban al verlo.

—¿Esperaste mucho?—ahí estaba su voz de nuevo.—lo siento.

Una lágrima inconsciente salió de Jihoon, todo lo que amaba estaba delante suyo, seda debió haber sido su realidad, ellos debían haberse encontrado y vivir ese último día como nunca, porque a pesar de que iba a separarse al menos sabía que él estaba ahí, que no tendría que esperar una eternidad para verlo una vez más.

—¿Jihoon?—el bajito con temor llevó su mano al rostro del rubio.

Era tan real, estaba ahí con él su piel estaba tibia, y sabía que el otro sonreía; aquello era dolorosamente tan real.

—¿Por qué lloras mi Jihoon?—su voz hacía que las lágrimas de Jihoon salieran con más fuerzas.

—No eres real.—Jihoon susurraba.

—Pero si estoy contigo, mírame.—el bajito negaba con los ojos cerrados.—siempre estoy contigo.

—¡Me dejaste! ¿¡Por qué no podías fijarte antes de cruzar la maldita calle?! ¿¡Por qué hiciste que Jeon Wonwoo nos odiará?!—Jihoon estaba furioso.—me has hecho vivir un infierno desde que apareciste en mi vida, pero no puedo evitar aún así amarte con cada partícula de mi cuerpo, y siento que mi corazón podría llegar de latir en cualquier momento por querer estar a tu lado.—el ni siquiera se atrevía a verlo.—no sé cómo vivir sin ti a pesar de que viví mucho más tiempo sin ti y te juro que no puedo ver este mundo sin ti.

Unos fuertes brazos lo rodeaban, dándole un cálido abrazo que solo lo hizo venirse más abajo llorando desgarradoramente, antes no había tenido la oportunidad de darle un último abrazo y hacerlo tan siquiera así lo reconfortaba, lloraba, pero ya no era porque lo extrañaba a morir sino porque por fin sentía que estaba cerrando una de muchas heridas que tenía en su alma.

Ese último abrazo con Soonyoung le llenaba de calor cada centímetro de él, se sentía igual que siempre, seguro, Kwon Soonyoung era su lugar seguro para siempre.

—Está es la forma en la que te amo Jihoon.—el bajito sonreía discretamente aún aferrado a ese abrazo.—seré tu ángel favorito.

—No me dejes.

—Nunca, siempre que me quieras ver búscame en las nubes o en el cielo, que siempre estaré ahí para escucharte.

Jihoon por fin podía verlo de nuevo a la cara y seguía siendo el, aún sentía lo mismo por el porque su corazón latía como loco y solo deseaba decirle algo antes de que se fuera.

—Te amo.—Soonyoung sonreía ampliamente haciendo que sus ojos desaparecieran.

—Vive una vida plena.—poco a poco aquel lugar desaparecía.—enamórate cientos de veces, mira cosas maravillosas.—a su alrededor no quedaba nada.—vive.

De nuevo estaba solo, otra vez había perdido a Soonyoung, pero esta vez sabía que él merecía vivir su vida plenamente solo conservando lo mejor a fin de cuentas él ya había pasado lo peor que cualquiera hubiese vivido; perder al amor de su vida.

—¿Jihoon?—SeokMin estaba viéndolo con pánico.—Dios, pensé que morías.

Viendo un poco a su alrededor en la habitación habían más enfermeros y enfermeras así como un doctor, claro JiHu también estaba ahí preocupado por lo que se miraba en su rostro.

—Hoy no.—una leve sonrisa salía de Jihoon.

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