Eternos • SoonHoon

I just can't understand

Sin darse cuenta la mañana había llegado una vez más, su cuello estaba adolorido en algún momento durante su lamento se había rendido ante el sueño aferrándose aún a la carta.

Tambaleándose un poco se levantó, tenía que salir para tomar su vuelo.

Con los rayos de luz entrando por el gran ventanal se notaba más la ausencia del dueño de aquel departamento, todo se miraba más abandonado que nunca y sucio, justo como se sentía Jihoon en ese momento, su corazón había sido abandonado y roto.

—Que alegría que estés aquí.—Mingyu abría la puerta del departamento, aún tenía la misma ropa de un día antes.—pasamos toda la noche buscándote.

—¿Por qué no respondes?—Jeonghan entraba detrás de Mingyu.—te llame como mil veces y mande muchos mensajes.

—Deje el celular en el carro.—respondió Jihoon por lo bajo.—lo siento.

—¿Qué haces aquí?—Mingyu daba una rápida vista al lugar.

—Solo viene.—las palabras no salían.—dejó esto.

Ambos miraban una hoja perfectamente doblada, Jeonghan había sido el primero en tomarla y al abrirla se arrepintió de siquiera leer la primera oración, eran las últimas palabras de Kwon Soonyoung para Jihoon, eso era demasiado privado así que se la pasó a Mingyu, este no dudo en leerla porque a pesar de todo el también había querido a Soonyoung.

—Sigo sin saber qué pasará con este lugar cuando me vaya.—dijo Jihoon mientras se sentaba en el sillón seguido por Jeonghan.—no sé si quiero dejar que saquen todo.

—Piensa que sería una forma de empezar a despedirte de él.

—Jihoon el mismo te lo pidió, debes avanzar y decirle adiós a este departamento es el primer paso.—el alto le regresaba la carta.—y quizás reconsiderar seguir en la empresa.

—No, eso ya no es posible, te deje a cargo por algo.—Mingyu negaba.—eres al único que puedo confiarle mi empresa.

—Si el irte te hará bien, yo te apoyo.—Jeonghan tomaba su mano para reconfortarlo.—entiendo el dolor que ese dolor que estás sintiendo es sofocante y solo quieres huir.

—¿En serio lo vas apoyar?—Mingyu seguía negándose a dejarlo ir.

—No todos respondemos de la misma manera al dolor Mingyu.—Jeonghan lo observaba.—cuando supiste que no serías correspondido tu dolor lo canalizaste en hacerte pasar por el asesino de Hyun, fue tu forma de demostrar tu dolor.—Mingyu había bajado la mirada.—cuando yo perdí a Seungcheol canalicé mi dolor lastimándome a mí mismo.—los dos chicos se miraban entre sí porque jamás habían escuchado eso.—hasta que encontré el valor suficiente para enfrentar de verdad mi dolor y buscar al culpable.

El lugar se había quedado en silencio, aquel edificio realmente era silencioso hasta parecía que no había nadie.

—Mi vuelo no tarda mucho en salir.—Jihoon había roto el silencio.—me gustaría que me acompañaran al aeropuerto.

—Claro, vámonos.—Jeonghan aún sostenía su mano mientras se ponían de pie.

—Me haré cargo de este lugar hasta que vuelvas.—los dos miraban a Mingyu.—tomaré cursos de administración de empresa si es necesario, pero te prometo que cuando decidas regresar todo estará en perfecto estado.

Jihoon sonreía levemente, estaba más que seguro que estaba dejando todo en buenas manos y tenía dos amigos que siempre estarían ahí dispuestos a esperarlo con los brazos abiertos siempre que quisiera volver a su vida de antes.

—Les debo agradecer mucho por todo esto, me han soportado mucho durante todos este proceso.—Jihoon sabía que ya no podía llorar más, pero en ese mismo momento quería hacerlo de nuevo.—fueron y siguieran siendo lo único que me sostuvo.

Mingyu se acercó a ellos para darle un gran abrazo a su amigo el cual Jeonghan también siguió.

—Un día sanarás completamente Jihoon y aquí estaremos, siempre.—dijo Jeonghan.