♚Ꭼꮮ ꮮꭼꮐꭺꭰꮻ ꭰꭼ ꮜɴ Ꭺꮮᏼꭼꭱꮖꮯꮋ𓃠 [Genshin Impact]✿[Luckae] [✓]

🔥⁀➷𝕋𝕖𝕟🔥

Abrió un poco sus ojos, no traía puesto el parche y su pelo estaba suelto, dejando ver el largo de este. Su visión intentaba enfocarse a los nuevos objetos que allí había, se dio vuelta y sus ojos se estaban enfocando poco a poco, hasta que pudo divisar bien el lugar, una habitación común y corriente, casi parecida a la que habían alquilado en Liyue, la única diferencia es que esta tenía las cosas en distinto lugar.
"¿La habitación de diluc?" fue lo primero que pensó, volviendo a acomodarse nuevamente en la cama, intentando retomar consciencia de todos los eventos que habían pasado anteriormente a su imprevisto desmayo.
Cerró los ojos, intentando recordar, un grave error.

Miles de recuerdos, sobre él teniendo intimidad con el apuesto muchacho de cabellera anaranjada, en medio del bosque.
La navaja, los cortes, su sangre esparcida por todos lados.

Todos esos recuerdos fueron como pequeñas escenas entrecortadas en su cabeza, abrió los ojos de forma desesperada y miró nuevamente la habitación, ¿cómo demonios había llegado allí?

Se incorporó, mejor dicho, intentó incorporarse en la cama, soltando leves jadeos e insultos de por medio, al lograr finalmente apoyar su espalda contra el respaldo de la cama, pudo ver con más atención su cuerpo.
Su cabello estaba totalmente revuelto y su morena piel cubierta de vendas.

Era algo exagerado ya que, tenía vendajes incluso en lugares en donde no tenía absolutamente nada.

—¿Qué carajos? —Después de examinar su cuerpo, la puerta fue abierta de forma suave, intentando hacer el menor ruido posible—. ¿Ah? —Alzó la mirada—. ¡Diluc!

Un pelirrojo, con el cabello atado, camisa blanca con unos tirantes sujetados al cinturón de color negro que traía en su pantalón oscuro, guantes negros y botas de igual color, sin contar un leve corte que traía en el labio inferior,  había entrado a la habitación con una gran bandeja llena de comida para cuando su moreno despierte, pudo sentir su corazón detenerse por un instante, finalmente, su razón de vivir, su chico había despertado.

Abrió la boca, dando leves suspiros agitados por la emoción, a pasos rápidos, dejó la bandeja sobre una mesita que había al costado de la cama y con ambos brazos, de manera desesperada, abrazó al joven moreno que se encontraba sobre la cama.
Sentándose a su lado y escondiendo su rostro en su cuello.

—Estás bien —susurró con angustia—, creí que... —Le costaba pronunciar aquellas palabras y comenzó a hiperventilar, su voz se volvía cada vez más débil.

—Ya, ya. —Con una mano, dio leves palmadas sobre la espalda del contrario, intentando calmarlo—. Tranquilito te ves más bonito. —Le dio un suave beso en la mejilla e hizo que separara un poco su rostro de entre su cuello, haciendo que sus frentes choquen y que se vieran fijamente a los ojos—. ¡Mírame, estoy bien!

—¿Qué carajos te pasó?

—Diluc, no es...

—"¿Importante?". —Chasqueó la lengua—. Dime, Kaeya, de una maldita vez. Dime qué te sucedió. —La paciencia del blanquecino se estaba agotando, quería desesperadamente ayudar al joven de cabello azulado, hace varios días su moreno actuaba de forma extraña, llegar a la nueva nación lo hizo cambiar en varios aspectos—. Ahora, dímelo, ahora.

Los ojos de kaeya comenzaron a llenarse de lágrimas, en ese momento lo recordó, su ojo.
¡Su ojo estaba descubierto!
Apartó bruscamente al mayor, logrando que casi se cayera de la cama, rápidamente, con ambas manos tapó su rostro.

—¡No me mires! —Su cuerpo comenzó a temblar, ¿cómo pudo haberse olvidado de ese detalle tan importante?—. ¡No me mires! —Sin darse cuenta, estaba comenzando a gritar y a tener leves tics.