· cɑpítulo 62 ·

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El jardín estaba repleto de personas, no era extraño durante un fin de semana, pero Jiwon maldijo la penosa situación sabiendo que le costaría el doble encontrar a Sihyeon.

Se escabullo entre las personas y esquivaba los arboles para intentar llegar al centro.

Lo sabía, algo le decía que Sihyeon estaría ahí.

Llegó con torpeza a su destino... y ahí estaba ella...

Con un enorme sombrero cubriendo su rostro del sol, de puntillas podando un joven árbol para ayudarlo a crecer, y un traje cubierto de pétalos por el trabajo que seguramente había estado haciendo desde que se fue de la escuela.

Se acercó temerosa pero decidida, a paso fuerte para no tener tiempo de arrepentirse.

Tomó una bocanada de aire intentando que su corazón no explotara en el intento, pero no tuvo la valentía de pronunciar una palabra.

Dio un par de pasos atrás, avergonzada por lo descarado que sería lanzarse a ella después de todo lo que le hizo. Sentía que Sihyeon merecía que la dejaran en paz.

Iba a retirarse pero en eso a la castaña se le resbaló una pequeña maceta de las manos, Jiwon actuó rápido y la tomó antes de que se desparramara en el suelo.

No se percató de que ahora estaba justo en frente de Sihyeon, prácticamente inclinándose ante ella.

Levantó su cuerpo con delicadeza, sabiendo que en cuanto alzará la vista se encontraría con la mirada de la menor.

Mantuvo los ojos en la maceta por unos segundos, sin darse cuenta las manos de Sihyeon rodearon las suyas, tomando el objeto.

— Gracias.

Jiwon extrañaba la voz de Sihyeon arrullando sus oídos.

— No hay de qué —dijo con la voz quebradiza.

Se aclaró la garganta ante el bochornoso incidente. Notó que estaba ocupada con varias plantas, quería ayudarle, así que sutilmente se acercó a ella, asegurándose de tener su permiso.

— Supe que tu mamá está enferma —dijo calmandose a si misma para no terminar desmayandose.

— Finge.

Jiwon la vio confundida— ¿Qué?

— Tiene una cita... y cree que no me he dado cuenta.

— ¿De verdad? —cuestionó, fluyendo con la plática— ¿Quién es el afortunado?

— Se llama Emily.

La rubia ladeo la cabeza genuinamente perdida, quería preguntarle de nuevo, solo para asegurarse de que no habia escuchado mal.

— Oh, es cierto, no te lo he dicho — rió la castaña —. Mamá es como yo.

— ¿Como?

— También le gustan las chicas.

Jiwon se sonrojo, su estómago dio vuelcos al escuchar el «también», estaba perdiendo la cabeza mientras Sihyeon solo pensaba en si decirle que su mamá llegó a sentir algo por la señora Park cuando eran jóvenes.

— ¿Como te fue en la competencia?

Soltó la menor al notar que la contraria estaba al borde del colapso. Sus palabras la sacaron de su trance e involuntariamente empezó a ayudar a Sihyeon a arreglar el jardín, como cuando eran niñas.

— Fue espectacular — pronunció con alegría cuando pudo recuperar el aire —, hubieras estado orgullosa de mi.

La felicidad desaparecio de su rostro después de pronunciar esas palabras. El silencio reino en la atmósfera tornando el ambiente incómodo con facilidad.

⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Where stories live. Discover now