Se vistieron con pijamas que combinaban, mamelucos decorados con nubes pequeñas. Jiwon decidió usar el azul cielo para dejarle el rosa a Sihyeon.
Sihyeon le secaba el cabello a Jiwon para poder peinarla después, pero mientras lo hacía notó que su amiga estaba pensativa.
— ¿Si crees que me hable el lunes? — soltó la mayor de repente.
— ¿Qué dices? — La pregunta tomó a Sihyeon por sorpresa, y apagó la secadora para poder escucharla mejor.
— ¿Crees que Seoho me hable el lunes?
Sihyeon volteó los ojos, harta de escuchar ese nombre.
— Me dijiste que no te gustaba.
— Sí pero... ¿Crees que yo le guste?
— ¿Eso que importa? Si no le agradas, muy mal por él.
— Supongo... — Jiwon se dio la vuelta para ver a su amiga de frente. — ¿Pero y si algo sí sucede?
— ¿Como? — Sihyeon no pudo esconder su molestia.
— No te pongas así, sabes que nunca he estado con un chico.
— ¿Acaso quieres algo con él?
— No...
— Entonces.
Jiwon se recostó bruscamente sobre la cama, frustrada porque su amiga no la dejaba explicarse.
— Tú ya has estado con chicos, ellos siempre te buscan. Eres muy bonita así que no me sorprende.
— Tú también lo eres Jiwon...
— No como tú. — decía mientras miraba el techo. — eres tan hermosa, inteligente, divertida, y tienes un cuerpo espectacular.
— ¿Y qué? ¿Acaso tú no?
— Sí, pero es la primera vez que un chico se acerca a mí de esa manera. Hasta estábamos coqueteando un poco.
Sihyeon se levantó para traerle una diadema que debía utilizar al aplicarse la mascarilla.
La de Jiwon era blanca con orejas de conejo y la de Sihyeon café con orejas de oso de peluche.
— Vamos siéntate. — le ordenó mientras le arrojaba la diadema. Sihyeon se posicionó justo a lado de su mayor. — Si los chicos te prestan atención o no, eso no debería importarte. Eres una buena chica y cualquiera sería afortunada de tenerte, pero debes estar consciente de que vales más que la cantidad de hombres que te desean.
La mayor suspiró — Tienes razón...
— Pero bueno, si este chico Seoho te... agrada, pues solo espera, no tienes que apresurarte. — Le aconsejó, indiferente. — Tú misma lo dijiste, apenas lo conociste hoy.
Jiwon puso una almohada en su cara para ahogar un grito en ella.
— Ya dejate de dramas y ponte la mascarilla. — le ordenó su amiga poniéndose la suya.
— Perdón, hace ratos tenía esto atorado. — se disculpó, abriendo el paquete y poniendose el material torpemente en el rostro.
— Me di cuenta. — rió la menor, mientras le arreglaba la mascarilla a su contraria.
— Bueno, cambiemos de tema. — decidió Jiwon al fin. — Ya dejaré de molestarte con eso.
— ¡Gracias!
— ¿Ya terminaste de escribir aquella canción?
— Aún no. — contestó decaída. — Pero tengo una melodía en mente.
— ¿De verás? Muestramela.
— Pero... no tengo mi guitarra...
— Mmm... Espera aqui. — corrió fuera de la habitación y bajó las escaleras. Regresando con una guitarra polvorienta, pero en buen estado. — ¿Te sirve?
— Sí, pasala. — Sihyeon la tomó para limpiarla. — ¿De quién es? — preguntó mientras la afinaba.
— Mamá se engaña creyendo que algún día va a aprender.
Sihyeon comenzó a tocar. Jiwon prestaba vital atención a cada nota, y le gustaba lo que escuchaba.
Ella siempre supo del talento de Sihyeon, pero esta no se lo mostraba a nadie más que a su madre y a ella.
La mayor tenía una playlist con la música de su amiga que hizo personalmente. No solo porque fueran cercanas, sino también porque genuinamente las escuchaba y disfrutaba. Pero hace mucho que Sihyeon no componía una canción, por eso Jiwon insistía tanto en esta.
— ¡Me encanta! ¿Pero que hay de la letra?
— Aún no encuentro inspiración para escribirla.
— Pues vamos a buscarla. — dijo Jiwon quitándose la mascarilla mientras agarraba a su amiga del brazo para salir corriendo de la habitación.
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⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ 𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤
RomanceKim Sihyeon se niega a aceptar lo que siente por su inexperta mejor amiga Park Jiwon, hasta el día en que aparece el capitán del equipo de básquetbol. Ambas se encontrarán en una redada de sentimientos que les hará darse cuenta que son más cercanas...