⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ 𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤

· cɑpítulo 27 ·

Se dirigió la puerta principal, molesta. No sabía quien tocaba tan insistentemente pero ya la tenía harta.

Al abrirla una nerviosa Jiwon entró hasta la sala de estar.

— ¿Unnie que haces aquí? — preguntó Sihyeon confundida.

— Necesito hablar contigo.

Por un momento se revolvieron todos sus órganos internos.

No le había hablado desde la cita del día anterior, y en su paranoica imaginación yacía la posibilidad de que el motivo de la visita era reclamarle por la escena que había montado en el cine.

— Vamos a tu cuarto.

Mientras subían las escalera Sihyeon preparaba mil excusas para negar lo que había hecho. Pero mientras más se acercaban a la pieza, más frustrada se sentía.

Entraron a su habitación y Sihyeon cerró la puerta detrás de ella. Jiwon seguía de espaldas sin decir nada, la menor se acercó a ella con el corazón latiendo con fuerza, iba a admitir todo.

— Jiwon yo-

— Seoho intento besarme.

— Sí, lo lamen-

— Pero me aparte. — confesó Jiwon dándose la vuelta. — Me puse muy nerviosa, no sabía que hacer. — admitió con desánimo, cabizbaja.

Sihyeon estaba confundida, pero concluyó que la mayor nunca se dio cuenta de su intromisión en el cine. Suspiro aliviada, pero eso no explicaba lo que acababa de decir su amiga. ¿Como que se apartó? Pero si fue ella la que impidió el beso.

— Intento hacerlo dos veces. Pero la primera vez una persona gritó en el cine, y no lo volvió a intentar hasta dejarme en casa.

— Oh. — expresó la castaña, comprendiendo la situación.

— Fue extraño, estabamos en su auto cuando se acercó a mí, y a pesar de que la primera vez estaba dispuesta a hacerlo, en ese momento me paniqueé y me aparte. Solo dije “Buenas noches, con permiso” y salí del auto. — Contaba tirándose sobre la cama y escondiendo el rostro en sus manos para ocultar la vergüenza. — Que estúpida me siento.

Sihyeon se sentó junto a ella. Se dio cuenta de que en ese momento Jiwon necesitaba una amiga, y como es su deber, intento aconsejarla.

— No deberías sentirte así. — aseguró. — Digo, ¿Siquiera se han tomado de la mano? — preguntó recordando lo que había presenciado mientras los espiaba.

— No... — musitó la rubia.

— Entonces es normal que te pongas nerviosa. — mencionó recostandosé a su lado. — Él va demasiado rápido. ¿Siquiera sabe que nunca has besado antes?

— No.

— No es tu culpa, es la primera vez que haces algo como eso. — explicaba Sihyeon mientras Jiwon la veía atenta. — ¿Te sentirías mejor si lo hubieras besado? — le interrogó, viéndola fijamente.

— No en realidad. — respondió desviando la mirada. — Tal vez sí va muy rápido, aún no me siento lista... Pero... Quiero estarlo...

Sihyeon suspiro profundamente y se levantó de la cama, sabiendo que se iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer.

— Levántate.

Jiwon obedeció confundida.

— ¿Él ha intentado tomar tu mano antes?

— N-no lo sé. — Sihyeon la agarró del brazo y la posicionó junto a ella. — Yo lo intenté un par de veces... Pero no tuve el valor...

— Bien, yo seré Seoho, intenta... tomar mi mano. — ordenó, preocupada por lo que iba a llegar a sentir.

Jiwon actuó nerviosa, ella era su amiga de confianza pero en su cabeza representaba a Seoho. Acercó lentamente su mano y la tomó con rapidez dejando salir un respiro de alivio.

— ¿Así lo harías? — preguntó la menor con una ceja arqueada.

— P-pues sí. — Jiwon respondió molesta y nerviosa, no entendía que había hecho mal, era solo tomarse de la mano. — No es como si tuviera algún ejemplo. — fruncio el ceño desviando la mirada y dejando ir la mano de Sihyeon, pero se calmó aceptando que su amiga solo la quería ayudar.  — ¿Como... ¿Como se siente que alguien que te quiera te tome de la mano?

Después de un largo silencio, Sihyeon alcanzó la mano de Jiwon con su meñique, haciendo que esta se sobresaltara ante el repentino tacto. Entrelazo su dedo pequeño con el de la rubia, acercandola con delicadeza.

Desprendió el suave agarre para lentamente acariciar la palma de Jiwon con la punta de sus dedos, la recorrió hasta llegar a sus yemas, donde se mantuvo estática un momento, cuestionandose si debía continuar, pero su cuerpo se negaba a detenerse. Abrió la palma para que los pequeños dedos de Jiwon se entrelazaran con los suyos. Sus dedos se arquearon uniendo sus manos de manera espontánea. Sihyeon acariciaba involuntariamente a Jiwon con el pulgar, rozando con una suavidad concisa la piel de sus manos.

El interior de Jiwon se alboroto por la confusión, nunca había experimentado tal tranquilidad hasta que Sihyeon le reflejo el sentimiento de ser querido, con una acción tan simple como esa.

Dirigió la mirada hacia su menor quien tenía la vista impregnada en sus manos entrelazadas, aun acariciandola con sutileza.

Quería decir algo pero no sabía que, aun así sus labios se abrieron involuntariamente, pero su menor la dejó con las palabras en la boca.

— Bueno. — murmuró pesimista. — Continuemos.