⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ 𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤

· cɑpítulo 36 ·

La alta muchacha lleno los cuatro vasos de jugo e intento balancearlos mientras subía las escaleras.

Llegó con éxito al segundo piso y entró a la extravagante habitación donde yacían el resto de las chicas reunidas.

— ...Ahora ella tiene novio, y no sé que hacer. — finalizó Sihyeon echándose para atrás en el sofá y llevándose las manos al rostro para quejarse mientras Yurim ponía el vaso de jugo sobre la mesilla que separaba ambos sofás.

— Gracias.

— No hay de que. — respondió sonriente.

— Mhh, ya veo. Pero... ¿Por qué vienen a mí por esto? — preguntó Wang Yiren haciéndose a un lado para darle espacio a su novia.

— Pues la verdad... — contestó Serim. — No sabíamos a quien acudir.

— La manera en como expresas lo que sientes —  Añadió Sihyeon —, nos conmovió y creemos que eres la indicada para... aconsejarnos.

— ¿Expresarme? ¿La indicada? — interrogaba confundida. — Pero si Serim unnie es la que ha estado fuera del clóset desde que estamos en octavo grado. — dijo señalando a la pelinegra frente a ella.

— Ya lo sé. — expresó la mencionada. — Pero... Nunca he tenido novia, ni he invitado a nadie a salir.

— Sigo sin poder creer que no tengas nada con Eunji. — confesó la china — Recuerdo como golpeaba a todos esos idiotas por molestarte, creí que ya había hecho una movida o algo.

Serim soltó un suspiro de decepción, cruzando los brazos sobre su pecho. — Ya quisiera.

Sihyeon dirigió su mirada hacia la pareja de chicas, notaba como Yurim acariciaba el cabello de la menor sin percatarse, y como su mano simultáneamente jugaba con los dedos de su novia. La escena enternecio mucho a la castaña, empujando una pregunta desde su subconsciente.

— ¿Cuanto tiempo llevan juntas? — la pregunta hizo que Aisha se sonrojara, evitandole responder.

— 6 meses pronto. — contestó la menor con emoción.

— Y... ¿No se arrepienten de haberse besado frente a la escuela?

Yurim quería hablar pero su novia la detuvo al poner la mano en su pierna.

— ¡Claro que no!

— La verdad yo... — intentó continuar la más alta, sin éxito.

— ¡No me arrepiento!

— Pero casi te expulsan... — agregó Onda.

— ¡¿Y qué?!

— Yo... No me lo esperaba. — Yiren volteó hacia su pareja, queriendo interrumpirla de nuevo pero siendo detenida por esta. — Hubiera preferido no hacerlo si eso significaría evitarte tantos problemas Yiren.

La mencionada puchereo frunciendo el ceño y apartando la vista de su mayor. — Pues yo lo volvería a hacer. ¡Y esta vez en la oficina del director!

La contraria pellizco la mejilla de la menor, y tomó su cabeza con delicadeza para recostarla en su hombro. — Lo sé. — afirmó — Pero fue un poco egoísta de mi parte irte a recoger sin avisar.

— A mi me encantó.

— ¿Por qué la fuiste a traer? — Serim estaba muerta de la curiosidad, y el sentimental cuadro hizo que soltara la pregunta sin pensar.

— Era mi cumpleaños.

— ¿Pueden creerlo? — exclamó la china. — Era su día, y aún así me vino a recoger a mí en una limusina, y encima ¡Me llevó a cenar! — Yiren abrazaba a la contraria con fuerza, como si la chica se le fuera escapar. — Es la mejor novia de todas.