· cɑpítulo 55 ·

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Reaccionó de golpe y sin pensarlo dos veces se impulso hacia el auto.

Cerró de un portazo y en cuanto Jiwon escucho el estruendo, aceleró a fondo.

— ¡¿Qué haces aquí?!

— Wow, ¿así respondes? Yo esperaba un gracias por lo menos.

— ¡¿Por qué viniste?!

— ¿Como que 'por qué'? Tienes una audición ¿no? — contestó la rubia con tono de burla —. No deberías abandonarla por una idiota como yo — agregó, antes de doblar de manera brusca haciendo que ambas se inclinará violentamente a la derecha.

— No te creas tan importante — espeto la menor al reponerse en su asiento y abrocharse el cinturón —. ¿Puedes ir más despacio? Vas a matarnos.

— No. Quiero que llegues a tiempo.

— Y yo quiero llegar con vida — soltó para después ser empujada hacia su costado por la imprevista vuelta que dio su amiga —. Jiwon por favor, calmate...

La rubia no parecía escucharla. Tenía la vista impregnada en el pavimento.

Sihyeon apretó los párpados con fuerza, esperando que su mayor no la hiciera volar fuera del auto. Sentía que el trayecto nunca acabaría, solo se podía sostenerse en su propio asiento y rezar para que su alma fuera perdonada después de que Jiwon volcara el vehículo y-

— Llegamos

Sihyeon abrió levemente los ojos, incrédula. Vio el establecimiento frente a ella, aun con el aliento estancado en la garganta.

Leyó cada cartel colgado en las paredes y contó cada volante que se encontraba desparramado en la calle. Sintió su corazón palpitar con fuerza, casi fuera de su pecho.

Antes de poder poner un pie fuera de la camioneta, Jiwon ya le estaba desabrochando el cinturón mientras tiraba de su brazo.

— ¿Pero qué haces? — replicó Jiwon molesta —. Tenemos que irnos.

El cuerpo de Sihyeon respondió por inercia a las exigencias de Jiwon. La mayor llevaba a la castaña hacia el edificio, casi cargandola, hasta que Sihyeon se detuvo en seco.

Se sentía abrumada, casi sin habla, con la respiración entrecortada y los latidos apresurados.

— No puedo hacerlo.

— ¿Qué?

La menor trago — No puedo hacerlo... Es qué... Yo... No puedo... No estoy lista Jiwon, yo-

La palmada qué plasmo la rubia sobre su mejilla interrumpió su titubeó, haciendola volver en si.

— ¿De qué hablas Kim Sihyeon? ¡Regresa! — exclamó — ¡Ya estas aquí! ¡Ellos te buscaron a ti! Solo tienes que entrar y salir y ya esta — Jiwon tomó la cara de Sihyeon entre sus manos, obligándola a verla a los ojos — Ya basta de pausar todo lo que anhelas.

Sihyeon leyó su mirada, asintió con la cabeza y a paso fuerte entró al establecimiento.

Se acercó a la mujer que se encontraba en el escritorio frente a la pared del lugar y se paro estrecha frente a ella.

— Bu-buenos días — dijo — soy Kim Sihyeon. Vengo por la audición.

— Disculpa, las audiciones ya cerraron — la mujer extendió su mano para darle una tarjeta, sin hacer contacto visual —. Intentalo el próximo año.

— O-ok — la castaña giro sobre sus talones pero se encontró con la intimidante mirada de su mejor amiga. Dio un suspiro y regresó al escritorio de la chica — Soy Hyeonkiss — soltó —. Me llamaron para hacer esta audición.

⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Where stories live. Discover now