· cɑpítulo 16 ·

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No se habían visto en todo lo que iba del día.

Sonó la campana anunciando el inicio del recreo, y Sihyeon salió al pasillo en busca de su amiga.

Al no encontrarla se dirigió al patio. A lo lejos visualizó una chica de mochila azul y rubios cabellos que estaba de espaldas. Cuando esta se dio la vuelta, confirmó que se trataba de su mayor.

Se alegró al reconocerla y fue hacia ella casi dando brincos, pero algo hizo que se detuviera.

Un chico le arrebató la atención a Jiwon; Sihyeon no quería aceptar de quien se trataba, pero sabía perfectamente quien era.

Hablaron un rato y se alejaron descaradamente juntos, justo frente a las narices de Sihyeon.

Su cabeza daba vueltas, quería correr hacia ella, exigirle el porque no había estado con ella en todo el día, preguntarle qué hacia hablando con él cuando con ella no había intercambiado ni una sola palabra.

Su consciencia se nublaba del disgusto. Se dispuso a perseguirlos hasta que una mano en su hombro la hizo volver en sí.

— ¿Por qué te fuiste tan rápido? Me dejaste atrás unnie.

La cansada voz de Serim la tranquilizó a medias.

— Lo siento, tengo la cabeza en las nubes.

— Esta bien, no te preocupes. — le disculpó la pelinegra con una enorme sonrisa. — Pero para compensarmelo debes acompañarme a la cancha de básquet.

"La cancha de básquet" Sihyeon concluyó que Jiwon y Seoho se encontraban ahí. Iba a poder verla, pero tendría que cruzar existencias con ese tipo y probablemente tener que presenciar en primera fila como Jiwon se derretia por él mientras ella pasaba a segundo plano cubierta en rechazo.

Ni loca.

— N-no puedo. — Le costaba eludir a su menor.

— ¿Por qué? — preguntó en tono triste y persiguió la mirada de su amiga ya que esta no la veía a los ojos.

— Tengo que estudiar, debo ir a la biblioteca. Perdón.

Sihyeon se alejo rápidamente dejando a Serim preocupada y confundida.

En la biblioteca Sihyeon no podía esconder su enojo. Se le hacía inaudito que Jiwon la haya ignorado de esa manera. ¿Como se atreve? Ni siquiera intento ver a su alrededor para al menos asegurarse de que ella estuviera presente.

¡Sinvergüenza! Ah pero cuando Seoho apareció no te negaste ni un segundo ¿Verdad? Por lo menos debiste revisar si alguien se asqueaba por la insolente escena que montaste con ese tipo.

Sacó su celular y se puso los audífonos teniendo la música a todo volumen.

Simp de mierda.

Recostó su cabeza sobre la mesa, escuchando una playlist entera de Otis Stacks.

Suspiro profundo y se percató de que ignoró por completo a Serim por segunda vez a pesar de que ella sí fue a buscarla.

Ni siquiera le preguntó porque necesitaba que la acompañara, o si había insistido porque notó su disgusto.

Soy igual de pésima que Jiwon.

Al menos Jiwon no se percató de que su amiga se encontraba ahí, mientras que ella tuvo a Serim en su cara, y decidió huir de todos modos.

Tal vez exageré un poco.

Continuó insultandose de manera constante en su cabeza hasta que alguien le quitó un audífono.

Se dio la vuelta enojada e iba a reclamar pero esa persona le puso un pedazo de bizcocho en la boca.

— ¿Esta rico?

Sihyeon fruncio el ceño e ignoró a Jiwon.

Nohmehbleh. — el postre impedía que se entendiera una palabra de lo que decía.

— ¿Qué? — rió su mayor.

— No me hables. — dijo molesta al tragar.

— ¿Disculpa? La que debería estar molesta soy yo. No respondes tu teléfono y te he estado buscando por todos lados.

— Mentirosa.

— A ver revisa.

Sihyeon tomó dudosamente el teléfono y vio que su pantalla presentaba 10 mensajes de Jiwon.

— Lo tenía en silencio.

— ¿Y eso es mi culpa?

— Sí.

— Tonta. — masculló la rubia. — Bueno, entonces supongo que el resto del bizcocho que te hice ya no servira de nada.

— Esper...

— Creo que a Seoho sí le gustaran.

— ¡Detente!

La bibliotecaria se asomó desde un librero para callarlas, obligando a Jiwon a sentarse frente a su amiga.

— ¿Te gustó o no? —susurró.

— ... siestanricos

— No hablo idioma tarada.

— ¿ysimejorcierraselojete?

— Sigo sin entender porque estas molesta.

Sihyeon suspiro mordiendo de nuevo su postre.

— Lo siento. No sé que me pasa.

— Mmm esta bien. Perdonada. ¿Sí vas a querer el resto del bizcocho?

— Obvio estúpida.

Ambas rieron mientras Sihyeon recibía el postre de la rubia.

— Por cierto... — la menor no podía sacarse las palabras. —Ví que se cumplió tu sueño y hablaste con Seoho. ¿Qué te dijo? — preguntó de la forma más natural posible.

— No me vas a creer. — la emoción en su voz era más que obvia. — Seoho me pidió mi número. - Jiwon se tapó la cara intentando esconder su exaltación.

Te ves ridícula.

— Me alegro.

— Estoy tan feliz, no tienes idea. Hablaremos por Kakao, tal vez me llama. ¿Crees que me llame? Ay ¿Qué tal si quiere videochat?

Sihyeon abrió los ojos lo más que pudo para evitar fruncir el ceño. La felicidad de su amiga era tan contagiosa, que casi olvidaba su enojo.

Decidió ponerle atención a su mayor durante el resto del receso por el simple hecho de que sentía que ese era su merecido castigo por dejar sola a Serim quién no tenía nada que ver en sus embrollos.

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resumen del capítulo:

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⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang