Capítulo 18

1K 85 17
                                    

Diminutos pasos resonando en una silenciosa y enorme sala que hacía de recepción del museo.

Un hombre con la nariz hundida en un periódico la despegó del diario, y los observó, como si esa adorable parejita perturbasen su poco inquietante lectura. Regresó a la noticia de que uno de los equipos de baloncesto habían empatado de nuevo. Chistó y se rió para sus adentros.

Nicholas admiró un imponente esqueleto de dinosaurio que lo amedrentó. Cuando su madre miró al niño, éste indicó con su dedo índice a la cabeza del Tiranosaurio Rex, con esos descomunales dientes que podía triturar cualquier cosa.

—Tranquilo, cielo. Si se atreve a tocarte le se enterará de quienes son Natasha y Nicholas Banner —Le dedicó una conciliadora sonrisa, y el niño sonrió.

Cuando llevaban casi media hora buscando por el museo, el pequeño no pudo evitar soltar una pregunta que incomodó a Natasha.

—Mamá, ¿dónde está papá? ¿Se está escondiendo para que no lo encontremos? —Había una pizca de reproche, cansancio y tristeza en su voz.

La pelirroja frunció el ceño e inspeccionó la estancia, buscando a Bruce.

***

Unas horas antes el científico se mordió el labio y se reclinó en su asiento. Compartiendo unas cervezas con Stark.

—No sé qué hacer... Tengo la tremenda sensación de que Natasha ha ido a buscarme al Museo para comprobar si estoy allí.

Tony contrajo los labios y rodó los ojos. Adquirió una postura relajada.

—Mira, como sigas tan desconcentrado, vamos a acabar con otra metralla en el corazón. Así que, mejor llamo a alguien del Museo, le suelto algo de pasta y que te cubra mientras te llevo allí, y ya vienes mañana, porque me tienes un poco harto —Tony se levantó, restándole importancia a lo que estaba haciendo.

Bruce se alborotó en el asiento, sorprendido.

—¡¿De verdad puedes hacerlo?!

Stark alzó una ceja, soltó una carcajada y murmuró:

—Soy Iron Man, puedo hacer lo que quiera -Seguidamente fijó su mirada en una mesa y le dijo a la nada —: J.A.R.V.I.S, llama al que se encarga del museo de Ciencias Naturales de Nueva York.

Una voz mecánica sonó, de pronto.

—Como desee, señor.

El hombre encargado del museo tardó en responder, y cuando lo hizo, respondió con desgana.

—¿Sí?

—Soy Tony Stark, estoy dispuesto a pagar una gran suma de dinero para el museo. —Contuvo una risita, como Banner. Parecían dos niños gastando una broma telefónica.

Al fondo se podía escuchar un papel rasgándose.

—¿De cuánto dinero estaríamos hablando?

—Oh, pues el que usted diga, dispongo de todo el que haga falta —Otra risa, esta vez cortada por una tos.

El hombre refunfuñó por la otra línea.

—Espere, ¿a cambio de qué? ¿Qué es lo que gana usted con esto?

—Me gustaría que me hiciese un favor.

—¿Un favor, dice? —Había más curiosidad en su voz que molestia, lo que extrañó al científico —¿Qué es lo que quiere?

—Bueno, pues necesito que vaya a una mujer con el pelo rojo, corto, por los hombros, que vaya acompañada con un niño de unos cinco... —Bruce asintió —¡cinco años! Que responda por señora Banner, y que le diga que el señor Banner se va a retrasar un poco, que está solucionando un problema...

Beauty and the Beast [Natasha Romanoff x Bruce Banner]Where stories live. Discover now