Capítulo 14

1.3K 80 6
                                    

Maratón 1/3

Disfrutad del maratón. Espero que os gusten lo capítulos nuevos. 

Bruce Banner caminó de vuelta a su cuarto, para encarar a Natasha, con el rimel de la fiesta corrido, y los labios todavía rojos.

El científico deslizó su vista por el rostro de ella. Congestionado, sonrojado y cubierto de humedad. Se acercó casi corriendo a ella, y le acarició con suavidad y compasión los hombros, diciéndole que el pequeño sólo había tenido una pesadilla, creyendo que estaba colapsada debido a la fiesta y ahora los llantos de su hijo.

Natasha le dio un manotazo, provocando que Bruce se sorprendiese y que se alejase un poco de ella.

–¡Me prometiste que pasarías el día con él! ¡¿No puedes desatender el trabajo por un día?! —exclamó, iracunda, aun intentando que el niño no la escuchase gritar.

–Natasha, es el primer trabajo fuera del laboratorio en años... Necesitamos dinero. No podemos tirar de Tony toda la vida —repuso él, con calma.

La pelirroja desvió la mirada, y se restregó el costado de su mano derecha por las mejillas, apartando las lágrimas.

–Stark se ofreció a ayudarnos...

–Pero no para toda nuestra vida, Natasha —Se aproximó cada vez más, hasta que pudo rodearla con sus brazos.

Ella posó su mejilla en el tórax de él, y se abrazó.

–Cuéntame qué es lo que tienes que hacer en el maldito Museo de Ciencias.

El entrecejo de Bruce se frunció ante lo que estaba haciendo. Le mentía. Demasiadas mentiras a la persona a la que más quería.

–Yo... —¿Qué es lo que le iba a contar? ¿Qué mentira podría contarle sin que fuese fácil de descubrir? –Me han llamado para que me encargue de una sección que les interesa. No me han comentado cuál. Me tendrán toda la mañana allí, quizás todo el día —Al ver que Natasha no respondía, añadió —:. Espero estar en casa pronto para pasar la noche con él.

Natasha seguía en silencio. Unas quejumbrosas respiraciones, y se desplomó sobre el cuerpo de Bruce. Estaba agotada.

***

Horas más tarde, Bruce despertó a Natasha y ambos se encaminaron hasta la cocina, donde desayunaron en completo silencio, y seguidamente prepararon el desayuno de su hijo.

Bruce temía comentarle algo a Natasha, quien exprimía una naranja con furia y tenía un rostro apagado.

–¿Te... Te encuentras bien, Natasha? —inquirió, nervioso.

Su mujer le daba la espalda, y pudo ver como la naranja que ella llevaba en la mano derecha estallaba, haciendo saltar el jugo y la pulpa del fruto.

El líquido casi transparente y pegajoso cayó al suelo y empapó las zapatillas de Natasha y parte de su rostro.

La explosión hizo que los musculos del cuello del científico se tensaran, y que adquiriera una posición defensiva. Siempre serían Vengadores.

La pelirroja viró, y dejó que Banner admirase su rostro humectado, pálido, macilento y ahora viscoso por el zumo, que ponía una mueca.

–¿A qué hora te vas? —demandó ella, parsimoniosa, evadiendo la pregunta de él.

¿Le había oído y había decidido no responder, o no lo había escuchado debido a su ensimismamiento? La mente de Bruce iba a cien por hora, preocupado por contentar a Natasha, a Tony... Pero, al que no contentaba era a su hijo.

Ese pensamiento hizo que el plato que el científico llevaba entre las manos se resbalase entre sus dedos, estrellándose contra el suelo.

***

Beauty and the Beast [Natasha Romanoff x Bruce Banner]Where stories live. Discover now