Capítulo 12

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El doncel no comprendía lo que estaba sucediendo. Su hermano adoptivo, Choi Minho, había estado regañándolo toda la mañana por, según él, "haber coqueteado con un cadete que le trajo una carta". El primogénito de los Choi había ido hacia el doncel sin hacer un esfuerzo por ocultar su enojo. El joven Taemin se encontraba sentado en el columpio del jardín, disfrutando de una tarde de primavera como siempre.  Al principio, cuando el doncel vio a su hermano adoptivo cerca, ni siquiera le hizo. En consecuencia, recibió los regaños del mayor. 

Pero ahora, la situación parecía haber empeorado, pues el mayor estaba con el ceño fruncido y lo tenía tomado fuertemente del brazo. 

¿De qué estas hablando, Minho-hyung?— preguntó el doncel aún sentado en el columpio. 

El mayor pareció frustrado. 

No quiero que te acerques tan amigablemente a otros hombres, eres un doncel, ten más respeto por ti mismo. 

Taemin bufó y se levantó. Odiaba demasiado esa creencia machista y estaba harto de oírla de los labios de Minho cada vez que se irritaba con él sin razón. 

¡Pues para que sepas, tu eres solo mi hermano mayor adoptivo, no tienes derecho a decirme eso! 

Eso avivó el enojo del mayor aún más. 

¡Siendo el hijo mayor de la familia, sí lo tengo! ¡Tengo la responsabilidad de protegerte de otros hombres! ¡Debo ahuyentar a tus pretendientes hasta que decidamos tu matrimonio!

Taemin sabía que lo que su hermano había dicho tenía sentido, pero jamás le daría la razón. 

¡Mentiroso! ¡Yo elegiré con quien casarme! ¡Papá Yesung me dijo que no arreglarán nada! ¡Además si quiero casarme con ese cadete que acabas de tratar mal, lo haré!

Taemin se había dado vuelta listo para dejar el lugar airado, pero el agarre de su hermano adoptivo se lo impidió. 

¡Suéltame! gritó molesto. 

Pero Minho simplemente lo apegó a su cuerpo y plantó un beso brusco en los rosados labios del chico doncel, quien solo pudo quedarse el silencio. Fue un contacto efímero pero suficiente para que ambos se quedaran en silencio y la ira se disipara y se convirtiera en algo más. 

Pero ese algo más no alcanzó a tomar forma. 

Fueron interrumpidos por los ladridos del perro de la casa. Se separaron rápidamente con una mezcla de vergüenza y pudor. Acto seguido, ambos huyeron sin mirarse a los ojos pero jamás zanjaron completamente el tema, sino que esa vez fue el inicio de más discusiones, todas provocadas por el enojo desmedido de Choi Minho cada vez que cadetes de la Academia saludaban amigablemente al joven señorito de la casa que solía pasar su tiempo en el jardín en los días de primavera. 

Todo tomó un rumbo diferente en una fiesta que los Choi-Kim ofrecieron para presentar al doncel en sociedad y encontrar posibles pretendientes. Minho estuvo con el ceño fruncido toda la noche, tanto que colmó la paciencia del menor. 

¿Puedes dejar de comportarte como un niño? 

¿Tu puedes dejar de comportarte como un cualquiera?

—¿Perdón? — el doncel frunció el ceño ofendido. 

Te he dicho que no te acerques tan amigablemente a otros hombres y no me haces caso, eso te hace un cualquiera. 

FRUTO DEL AMORTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang