Capítulo 21

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El nombrado levantó la cabeza y enfrentó al recién llegado. Lo reconoció al instante, ningún ciudadano de Shanghái podría no reconocer al General Choi Minho, uno de los hombres más poderosos políticamente. Miró atentamente y en silencio como el hombre caminó y se acomodó en un asiento frente a él. 

—¿Por qué me trajeron aquí?

El General se tomó su tiempo para acomodarse en un asiento frente al prisionero y finalmente responderle. 

—Ir al grano es conveniente.— Convino el General— Señorito Dong, estamos enterados de la dudosa relación que usted mantuvo con un japonés.

—No sé de qué habla-

—Pero no cualquier japonés por supuesto— interrumpió el más alto— Hablamos del renombrado Nakamoto Yuta.

El doncel entonces dio un respingo al oír aquel nombre. Se negó a mirar al General a los ojos y eso solo confirmo la sospecha del General Choi, quien n contento con esto, decidió intentar un nuevo enfoque para hacer que hablara voluntariamente. 

— Sabemos que usted fue amante del hijo legítimo del Comandante Nakamoto Yuichiro, quien sabemos es uno de los pilares fundamentales en la colonia y su gobernación. 

El doncel quiso negar todo, pero el General no se lo permitió. Necesitaba tener al doncel acorralado. 

—Sabemos incluso que usted, Dong Sicheng, esta esperando un hijo de Nakamoto Yuta.

Fue ahí cuando el doncel recién encaró al General y transmitió miedo y amargura en su mirada. En el informe que recibió solo se hablaba de una "sospecha de embarazo", pero la reacción del joven Dong validó todo. 

—¿Cómo es posible...?— musitó anonadado el doncel. 

Choi se levantó de la silla y comenzó a caminar lentamente al rededor del prisionero. 

—Señorito Dong, nunca debería subestimar las unidades de inteligencia militar. Sabemos mucho más de lo que cree. Incluso más que usted mismo. Hemos averiguado cada detalle y tenemos conocimiento de cada una de las salidas que usted tuvo con ese hombre, diurnas y nocturnas.  

Enfatizó en las ultimas dos palabras en un tono más alto y provocó que el prisionero se sintiera muy avergonzado. 

—Fue Mei Qi, ¿no es así? O la maldita de Hyeyeon— las mejillas del doncel se pusieron rojas por el bochorno y la ira.  

El General reconoció los nombres de ambas mujeres que, en efecto, fueron las que delataron al doncel en el informe que entregó el informante asignado, pero el doncel no necesitaba saberlo.

—No importa quién haya sido, en nada cambia nuestra situación, señorito. 

El doncel hizo una mueca y guardó silencio. 

—Pero no debe preocuparse— aseguró el General— no le haremos daño a un compatriota, señorito Dong. Sabemos que ha tenido una vida difícil y sacrificada y que lo ultimo que usted necesita es otro problema. No obstante, sí pediremos amablemente su colaboración.

—Si ustedes no me harán daño, ¿por qué me tienen así?

—Bueno, estamos al tanto de sus recientes intentos de suicidio, señorito. No nos gustaría que algo malo le pasará a usted. Nos afectaría más de lo que usted cree. No podemos ignorar la posibilidad de que usted esconda un arma o veneno en sus ropas, pero por otra parte, creemos que es irrespetuoso poner las manos sobre un doncel soltero inocente para registrarlo. ¿No cree que esta es la opción más conveniente para usted y para mi?

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⏰ Last updated: May 23 ⏰

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FRUTO DEL AMORWhere stories live. Discover now