Capitulo 19

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Taemin se quedó en blanco. No podía creer lo que acaba de escuchar. Ni siquiera creía posible que tuviera en sus manos un documento tan importante y sagrado como su acta de matrimonio, documento que él creyó destruido, quemado  o, en el mejor de los casos, borrado de la faz de la tierra. 

El doncel leyó con mucho cuidado el titulo en un intento desesperado por identificar una contrariedad, más nunca la encontró. Ese documento era en efecto, el certificado de matrimonio que él ingenuamente firmó, estando enamorado, ciegamente.

Taemin estaba seguro de que el dia en que Minho le pidio la anulación, fue él mismo el que se habia desecho de de él. Tener el dichoso papel en sus manos significaba renunciar a aquella creencia y reconsiderar la voluntad de su ex marido de arreglar las cosas, lo cual era lo que menos deseaba. 

Casi cayó en la tentación de arrugar el certificado entre sus dedos o destrozarlo y lanzarle los pedacitos, pero prefirío contenerse. Cerró los ojos procurando mantenerse sereno en lo posible,  dobló el papel con inusitado cuidado y lo dejó en su regazo. 

—¿Por qué?—Preguntó negandose a mirar al General a los ojos. 

Minho se tomo un par de minutos antes de formular la respuesta. 

—El matrimonio jamás se anuló. 

Breve y conciso, el doncel se quedó anonadado.

"¿Jamás se anuló? ¿o sea que todo seguía igual? ¿seguía siendo un Choi?"

—¿Cómo es eso posible?

El General miró al suelo y luego al doncel. Confesó su crimen con la honestidad de un criminal indiferente. 

—El certificado de anulación no existe, Tae. Siempre fuiste mi esposo. De hecho, aún lo eres. 

El nombrado pensó que la situación debió haberlo aturdido. Por eso escuchó mal. No había forma de que Minho hubiera declarado algo así. ¿Cuando se separó firmó un acta de anulación falso?¿Siempre fue el esposo del General? ¿Aún lo era? Como si eso fuera posible. Esa vez Taemin firmó el dichoso certificado de naulación con rapidez y sin dolor (eso había querido creer) y frente a un juez, fue una ceremonia solemne. Es cierto que no vio la firma de Choi ahí. Asumió que Choi daría el toque final cuando ya habia abandonado la casa Choi y Shanghai. 

Entonces ¿no fue así? ¿Todo estuvo en su mente? 

Apunto de considerar la posibilidad de haberse vuelto loco y aún evitando la mirada del más alto, Lee Taemin negó.

—Eso no puede ser— insitió— firmé ese certificado. 

—Pero yo no. 

Aquella repentina confesión lo obligó a mirar al General a los ojos en busca de indicios de mentira. No los encontró. 

El doncel dejó salir una risita que más bien parecía una mueca de dolor. Si Minho le estaba diciendo la verdad, ¿entonces qué pasa con todo ese drama por el que tuvo que pasar? ¿Que pasa con aquellos días de inseguridad y dolor? ¿Tenía que olvidarlos? 

—Pero es que no tiene sentido— volvió a insistir con más fuerza— Me amenazaste con anular lo nuestro cuando me negué a ceder a tu petición egoista. Tu eras el más desesperado por terminar todo entre nosotros ¿o me equivoco? 

Minho suspiró pero no se defendió. 

—Tu querías casarte de nuevo "lo más pronto posible". No lo he olvidado Choi Minho— continuó con veneno al ver que el contrario no quería darle la respuesta que exigía— ¿por qué razón harias algo tan idiota como no firmar ese papel? 

FRUTO DEL AMORWhere stories live. Discover now